-Ambientalistas, académicos, abogados, organismos sociales juntos por la misma causa.
Toño Martinez
Treinta años después de haberse generado en Ciudad Valles la movilización social más espectacular en defensa de la ecología y medio ambiente en general de la región, cuyo resultado más espléndido es la Reserva de la Biosfera de la Sierra
Abra – Tanchipa, vuelve a provocar la fusión de conciencias de ambientalistas en un esfuerzo para sumarse a la lucha para detectar la devastación de la naturaleza que se suma el cambio climático y sus terribles consecuencias.
El acto conmemorativo de esa lucha que encabezó la Asociación Ecológica «Proyecto Verde» liderada por el profesor Fernando Domínguez García y la Cámara de Comercio como crisol de la participación popular tuvo lugar bajo la fresca sombra de un enorme «Orejón» -que simboliza la resistencia del bosque por desaparecer- en la margen Poniente del río Valles, a unos metros de un ejemplo dramático de los estragos que sufren nuestros recursos, como es su lecho seco dónde en lugar de agua solo se ven rocas, se reunieron el Colectivo Itzamal (venado en lengua tenek) el que representa Obed Rodríguez, agrupaciones infantiles y juveniles de Boy Scouts, académica, la Asociación Civil » Agenda Ciudadana», ambientalistas y promotores de acciones contra el calentamiento global analizaron la situación de las 226 Áreas Naturales Protegidas del país y las 12 de San Luis Potosí, y que a pesar de su importancia para la protección de flora y fauna son víctimas de depredación y degradación por contaminación, incendios, malas prácticas agrícolas y ganaderas igual que ausencia de políticas públicas concretas de los diversos niveles de Gobierno.
Tema incisivo fue el de los humedales que son vitales micro sistemas ecológicos, varios de los cuales están considerados como sitios RAMSAR a nivel mundial, pero sometidos a acciones de desaparición.
Llamó la atención el pensamiento y clara visión de los niños y jóvenes en la visualización de la problemática ambiental y disposición de sumarse a medidas para revertir los daños.
En ese contexto fue ponderada la historia de » Proyecto Verde» que en la década de los 80’s y principios de los 90’s unió voluntades para demandar que parara la contaminación del río por parte del ingenio azucarero «Plan de Ayala» y la fábrica de aglomerados de madera Fibracel cuyas descargas de aguas residuales cargadas de contaminantes mataban toda vida en su corriente.
Esa lucha, expresó Fernando Domínguez Cordova, heredero de la dinastía de defensores del medio ambiente y culturas originarias que comenzó su padre Fernando Domínguez García, no solo arrojó que el Gobierno Federal actuará y pusiera alto al problema sino que bajo sugerencia de un grupo encabezado por el ingeniero y ambientalista Alejandro Aguilar Fernandez propusieron inspirados en la reserva ecológica «El Cielo» en Tamaulipas, que la Sierra de Tanchipa fuera convertida en área protegida lo cual ocurrió el 6 de Junio de 1994 mediante decreto firmado por el entonces presidente del país Carlos Salinas de Gortari.
Domínguez Cordova resaltó que cuando la sociedad se decide a proteger causas supremas, logra el compromiso de trabajar en unión contra el deterioro del medio ambiente local y regional, quedó fincado en el 30 aniversario de «Proyecto Verde».
