Filiberto Juárez Córdoba
Octubre 25, 2021
El semáforo epidemiológico está en verde, lo que significa que han disminuido los contagios, pero no que se acabó la pandemia. El virus sigue entre nosotros por lo que debemos mantener las medidas preventivas. Uso de cubrebocas, sana distancia, lavado frecuente de manos y uso de gel sanitizante, deben ser parte de nuestros hábitos cotidianos.
EL PROBLEMA no es que se basifiquen trabajadores, es un derecho tener seguro el puesto y reconocimiento a la antigüedad, el problema es que luego resulta que hay empleados que tienen 5, 10, 15, 20 o más años trabajando ininterrumpidamente y siguen bajo contrato. La ley los ampara y luego por eso los gobiernos tienen muchos laudos que pagar. Ahora se sabe que, Xavier Nava, basificó un buen número de trabajadores, pero no de los de contrato y con años de servicio, muchos son de los que tenían puestos de los llamados de confianza y que ingresaron en su período. No se trata de perjudicar a nadie, pero sí que se actué con justicia. En la presentación de su equipo de trabajo, el presidente municipal, Enrique Galindo, ofreció justicia laboral, para eso deben analizarse los casos de algunos trabajadores a los que se les dio de baja o no se les renovó el contrato a pesar de su comprobada antigüedad y experiencia en las tareas que desempeñan. A veces sale más caro capacitar personal nuevo que aprovechar al que ya sabe hacer las cosas. Los que se basificaron indebidamente son otra cosa.
LOS SINDICATOS tienen la obligación de defender a sus afiliados y luchar por beneficios y prestaciones, eso es innegable, pero también es cierto que hay cauces legales para hacerlo y que las vías de presión sólo deben aplicarse en casos extremos. El máximo recurso de un trabajador es la huelga y a eso se debe llegar después de agotado un proceso de diálogo y negociación. Los sindicatos de burócratas estatales son varios, pero sólo dos cargan con el peso de negociar o confrontarse con la parte patronal, los otros van a la segura sabiendo que lo que consiga el sindicato mayoritario les llegará a todos. Hasta ahí todo bien, el problema es que en sus estrategias a veces recurren a plantones en los que exhiben consignas insultando funcionarios o bloqueando calles, perjudicando a la población que nada tiene que ver en el conflicto.
Las diferencias o discrepancias entre dirigencias sindicales son problema del gobierno, porque ahí el gobierno es una de las partes, la patronal, pero el bloqueo indefinido de vialidades, como la avenida Carranza, frente a la Casa de la Cultura, es un problema de gobierno, de gobernabilidad, porque se impide el libre tránsito y se dificultan las actividades de esa zona de la ciudad. Hay indefensión del vecindario si las autoridades no aplican la ley y les dan las garantías que esperan y deben tener. Se puede hacer presión y exigir mejoras para los suyos, pero sin perjudicar a los demás. Si se habla de que el nuevo gobierno tiene disposición al dialogo, que se agote, si no se logra nada, que se recurra a otras instancias, con energía pero sin intransigencias. Que defiendan con firmeza sus derechos, pero sin violentar los de la población que no tiene vela en ese entierro.
LA REALIZACIÓN de un Congreso Seccional, y la inminente convocatoria para la renovación de la dirigencia de la Sección 26 del SNTE, abre a los profesores potosinos y demás trabajadores de la educación la oportunidad histórica de elegir por primera vez, de manera directa y sin líneas o consignas de las cúpulas sindicales, a su secretario general y comité que lo va a acompañar. De ellos depende que se siga con la democracia sindical dirigida o se decidan a cambiar el esquema. Todos los profesores tendrán derecho de votar y las casillas, centros de votación, o cómo les vayan a llamar, deberán instalarse en todos los puntos del estado. Trabajadores de la educación en activo, de nuevo ingreso o con antigüedad, así como los jubilados, tendrán derecho a votar y ser votados. Las condiciones están dadas, entonces, para que den una lección de democracia.
LA FUERZA de la costumbre, sin embargo, o el escepticismo tal vez en el cambio, hacen pensar a muchos que en el Congreso Seccional, se buscará conformar una planilla de las llamadas de unidad, con la pretensión de que se presente como única, o al menos como la oficial, y una vez hecho esto dar la instrucción a todos los que tienen algún cargo o compromiso de que voten por esa opción. Falta ver, si ya con la apertura, el magisterio seguirá la misma dinámica o habrá quienes decidan hacer valer sus inquietudes e impulsar nuevos liderazgos. Más, si se toma en cuenta que en la Sección 26 del SNTE, la dirigencia la ejerce un delegado nacional, el profesor José Angelino Caamal Mena, que vino a sustituir al secretario general, profesor Alejo Rivera Ávila, quien lamentablemente falleció por Covid. Si bien es cierto que el delegado especial vino a hacerse cargo de la dirigencia mientras que se realizaba la elección, y que ha trabajado con el equipo que ya estaba haciendo las tareas sindicales, falta ver si además de hacerse cargo del despacho, logró alguna ascendencia sobre los grupos magisteriales y tiene ya capacidad para influir en las decisiones o movimientos electorales abiertos, como el que se avecina. Buena jornada le espera al gremio magisterial, de esta puede salir sindicalmente fortalecido o dejar en claro que les gusta ir a la segura y por donde les dicten. La circunstancia es que hay quienes dicen que los problemas que tenemos es por falta de educación para la democracia, los encargados de educar al pueblo, son los profesores y ahora tienen una tarea, que si la hacen bien, puede servir de ejemplo. NOSOTROS DECIMOS:
El asunto parece serio
Se vea por donde se vea
O hace bien la tarea,
¡O reprueba el magisterio!