Venta clandestina lo fomentó; policía pide intervención de COEPRIS y Gobernación.
Toño Martínez
Tamuín, SLP.- Venta clandestina de aguardiente en centros de población ejidal, ejidos y comunidades rurales ha disparado el consumo de aguardiente y el disparo exponencial de violencia intrafamiliar y delitos del fuero común que preocupa a las autoridades municipales y a la población.
El problema principal que dificulta frenar la comercialización de alcohol es que se vende en domicilios particulares más que en tiendas o changarros y ahí poco podemos hacer señaló el jefe de la Dirección de Seguridad Pública Municipal y Vialidad (DSPMV) teniente René Santos Lárraga.
Frente a la magnitud de los problemas sociales que el alcoholismo genera Santos Lárraga requirió la intervención de la Comisión Estatal de Prevencion contra Riesgos Sanitarios (COEPRIS) y de la Secretaria de Gobernación para llevar a cabo acciones conjuntas contra la comercialización impune del aguardiente.
Dijo que la actuación de la policía local está limitada por el Artículo 16 de la Constitución para actuar al establecer que «nadie puede ser molestado en su persona, familia, domicilio, papeles o posesiones sino en virtud de mandamiento escrito de la autoridad competente…»
Es ahí donde la COEPRIS si puede actuar así como Gobernación, indico.
Un elemento adicional igualmente preocupante es el incremento de consumo de aguardiente en edades tempranas ya que desde adolescentes hasta jóvenes de 18, 20 o 21 años ya beben alcohol y comienzan a volverse dependientes.
El riesgo es también para niñas y niños que conviven con padres bebedores pues por imitación comienzan por el camino del vicio.
En el extremo de la cadena del alcoholismo está el llamado «Escuadrón de la Muerte» que crece cada día en integrantes, refirió René Santos.
Se trata de hombres y algunas mujeres que tocaron fondo, perdieron familia, empleo, no tienen hogar y generalmente están enfermos por el aguardiente, viven en la calle y buscan comida en depósitos de basura
Pero está ocurriendo que orillados por el vicio están asaltando para robar celulares, bienes o dinero para comprar alcohol.
Santos Lárraga indicó que tienen localizados los lugares donde operan e incrementaron la vigilancia.
Tamuín cuenta con mas de 200 ejidos donde la problemática del vicio es similar pero con la colaboración de la COEPRIS y Gobernación confían en aminorar este flagelo.
