Miguel Ángel Guerrero Arriaga
Abril 19, 2021
La inclusión de San Luis Potosí entre los once estados que ven amenazados sus procesos electorales por los cárteles del crimen organizado con miras a asegurarse el control territorial de las entidades así como el acceso a los recursos públicos debe encender los focos rojos entre los candidatos gubernamentales y a obliga al despliegue de un dispositivo de comunicación entre ellos y las autoridades para atajar cualquier intento en ese sentido a la primera señal.
De dicho riesgo dio cuenta ayer el periódico “El Universal” en su nota principal apoyándose en un reporte proporcionado por la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana en el que asienta que los once estaos que ven amenazados sus procesos electorales por el crimen organizado son: Morelos, Guerrero, Veracruz, Oaxaca, Sinaloa, Jalisco, Guanajuato Baja California, Zacatecas y SLP en donde advierte del riesgo de que los grupos delincuenciales intervengan en los procesos electorales con el propósito de cooptar a algunos candidatos que le podrían garantizar el control de sus territorios así como el acceso a los recursos públicos de lo que quizás aquí hay competidores que ya se percataron de ese peligro como podrían ser los que han solicitado al gobierno escoltas para su seguridad personal, aunque, enterados del tema también advierten de la posibilidad de que se involucren con algunos candidatos que no tengan reparos en aceptar dinero sucio en el financiamiento de sus campañas para el establecimiento del inicio de una relación que podría resultarles sumamente costosa a la larga en caso de que llegaran a triunfar el 6 de junio pues pasarían a ser rehenes del cartel al que llegaran a ligarse.
CABOS SUELTOS
También en la edición de ayer del periódico editado en la CDMX mencionado en la columna llamada “serpientes y escaleras” firmada por Salvador Soto de nuevo aborda el tema de las denuncias que pesan sobre el candidato gubernamental del PVEM Ricardo Gallardo Cardona y las consecuencias que podrían acarrearle sin pretenderlo también incluye una especie de sugerencia sobre la conveniencia de que depure su equipo de campaña por las perniciosas presencias que se han incrustado en su estructura, como es el caso, según apunta, del ex delegado federal de la SCT César García Coronado apodado en su momento, cita, como el “rey de los moches” convertido ahora en operador electoral y encargado de la campaña publicitaria y otros especímenes semejantes originarios de Tamaulipas como lo expone en una parte de su columna que a continuación transcribimos textualmente:
“Las sospechas e investigaciones que recaen sobre José Ricardo Gallardo Cardona no se basan solo en las dos denuncias que ya tienen en sus manos la FGR y la Fiscalía Anticorrupción, basadas en los movimientos e irregularidades financieras, sino también en un grupo de “colaboradores cercanos” que rodean al candidato a gobernador. Gallardo trae un entorno de personajes originarios de Tamaulipas no sólo polémicos, sino que han sido señalados de presuntos vínculos con cárteles de la droga que operan en territorio tamaulipeco y que colaboran con el ahora candidato a gobernador desde hace por lo menos un año”, hasta aquí lo transcrito de un espacio que parece tener la consigna de atacar a RGC toda vez que constantemente lo hace protagonista central de sus columnas en lo que los expertos en imagen que rodean al pollo no han podido hacer algo para tratar de contener o contrarrestar.
