Filiberto Juárez Córdoba
Marzo 28, 2022
Justicia a los asesinados, protección a los amenazados, garantías a todos los periodistas. No es politiquería, que cesen señalamientos y descalificaciones desde el poder y desde donde sea, respeto a la libertad de expresión y tolerancia a la crítica.
EL POTOSINO, Ezequiel Perea Sánchez, fue el décimo obispo de San Luis Potosí, a su muerte, el 10 de noviembre de 1986, fue nombrado para sucederlo, el 27 de enero de 1987, Arturo Antonio Szymanski Ramírez. Oriundo de Tampico, Tamaulipas, pero vinculado a San Luis Potosí desde los primero años de su formación sacerdotal pues fue en el seminario potosino donde inició sus estudios, que tuvo que concluir en el Pontificio Seminario Central Mexicano de Nuestra Señora de Guadalupe, que se estableció en Montezuma, Estados Unidos, por las repercusiones de la Guerra Cristera. Nombrado obispo por el papa Juan XXIII, Szymanski, participó en el Concilio Vaticano II, fue obispo auxiliar y luego titular de San Andrés Tuxtla, Veracruz, de ahí pasó a ser obispo de su natal Tampico Tamaulipas, hasta que fue nombrado obispo de San Luis Potosí. La diócesis de San Luis Potosí, el 5 de noviembre de 1988, pasó a ser arquidiócesis, correspondiéndole ser el primer arzobispo. El 18 de enero de 1997, por su edad, como lo establece el derecho canónico, presentó su renuncia.
EL 20 DE ENERO DE 1999, Luis Morales Reyes, fue nombrado II arzobispo de San Luis Potosí. Oriundo de Churumuco, Michoacán, Morales Reyes, había sido obispo de Tacámbaro, Michoacán y de Torreón, Coahuila. El 3 de marzo de 2012, por haber cumplido los 75 años, le fue aceptada su renuncia. Siendo designado como su sucesor Jesús Carlos Cabrero Romero. Potosino de nacimiento, Cabrero Romero, ejerció su ministerio en parroquias de San Luis Potosí y, en 2008, pasó a ser obispo de Zacatecas. En 2012, retornó como el III arzobispo. En mayo del 2021, al cumplir 75 años, presentó su renuncia.
EL 26 DE MARZO DE 2022, Jorge Alberto Cavazos Arizpe, fue nombrado su sucesor. El ahora IV arzobispo de San Luis Potosí, nació en Monterrey, Nuevo León. Ha sido obispo auxiliar de Monterrey y Administrador Apostólico de la Diócesis de Nuevo Laredo. En 2016 fue nombrado obispo de San Juan de los Lagos, se espera que su labor pastoral ayude en algo a esta sociedad tan urgida de buenos líderes espirituales.
EL COMENTARIO del presidente nacional del PRI, Alejandro Moreno, de que no son una oposición recalcitrante y contestataria que a todo dice que no, es acorde a la institucionalidad que postula esa organización política, aunque algunos no entiendan que hacer política es actuar con responsabilidad social, dejando gobernar a quien tiene la responsabilidad de hacerlo porque así lo decidió la voluntad mayoritaria de los ciudadanos. Ser oposición no es estar contra todo por sistema pero si es defender con argumentos y acciones políticas y legales las instituciones y el estado de derecho, ejercer la división de poderes y denunciar y combatir los abusos y el autoritarismo. La participación en las elecciones es competencia electoral, ser oposición es algo más que eso, es hacer notar en todos los momentos de la vida pública, lo que está mal y lo que debe corregirse. Se cuenta que una vez llegó al poder alguien que tenía amistad estrecha con el más persistente de los opositores. La gente empezó a decir que ya no habría críticas ni protestas en contra del gobierno, puro aplaudir y dar por bueno lo que se hiciera porque ni modo que el amigo y compadre le llevara la contraria al jefe supremo. A la primera acción de gobierno que no le pareció el sempiterno manifestante tomó la plaza y aseguró que de no enmendarse lo que estaba mal, habría reacciones más enérgicas. ¿Es en serio? Le dijeron, ¿te vas a ir con todo contra el gobierno, a poco ya no es tu amigo el jefe? Seguimos siendo amigos y compadres, contestó, pero no somos cómplices, por eso voy a denunciar y combatir las corruptelas, como siempre lo he hecho. Ojalá el líder del PRI así entienda las cosas. Una cosa es no ser oposición recalcitrante y contestataria y otra ser oposición a modo o de membrete. En la discusión y eventual aprobación de la contrarreforma energética, por ejemplo, se verá si el priismo sabe diferenciar entre llevársela bien y apoyar lo que sea bueno, o caer en la complacencia o complicidad por no contrariar al poder.
AUNQUE DICEN que en política hay tiempos de tirar cohetes y tiempos de recoger las varas, el presidente nacional del PRI, se vio con ganas de adelantar vísperas. Dijo que en San Luis Potosí existe un buen gobierno municipal y que Enrique Galindo podría hacer un buen trabajo a nivel estatal. Ya destapó al alcalde para la gubernatura, lo cual para algunos es normal y bueno pues le reconoce la categoría de ser el priista mejor posicionado en el estado y con el liderazgo natural para asumir la jefatura política de ese partido y sus aliados. Lo malo es que falta mucho tiempo y ya lo puso en la línea del golpeteo. Dentro de unos dos años y medio, en 2024, Galindo, tendrá que estar buscando la reelección como alcalde, una senaduría o una diputación federal o local, para mantenerse vigente y, en 2027, contender por la gubernatura. Mucho tiempo hay de por medio y mucho puede ocurrir en ese lapso. Están haciendo planes como la lechera o como el que compró la yegua recién nacida y ya estaban pensando en salir a pasear montados en sus crías. NOSOTROS DECIMOS:
Aún no nace el potrillo
Y ya lo andan montando,
Dirá el pueblo sencillo
¡A ver si no lo hacen pando!