Miguel Ángel Guerrero Arriaga
Enero 25, 2021
Lamentablemente, así como se constituyó en el peor ejemplo de lo que no debe hacerse en materia de autoprotección contra la pandemia al negarse sistemáticamente a usar el cubrebocas, el presidente Andrés Manuel López Obrador, ahora, ya contagiado del coronavirus y aislado en palacio nacional también ejemplifica las severas consecuencias por desobedecer los llamados a seguir las normas sanitarias en estos tiempos de mayor peligro de propagación que se viven en San Luis Potosí.
Recluido en una habitación de la sede del Poder Ejecutivo Federal y aunque esté atendido por los mejores médicos especialistas del país, pero aquejado por los agresivos síntomas ocasionados por el brote de la enfermedad no es de dudarse que a estas alturas AMLO esté arrepintiéndose de la soberbia con que rechazaba el uso de esa mascarilla protectora con argumentos carentes de toda lógica médica como su prédica aquella de que: “contra el covid ayuda mucho no mentir, y no robar” cuando también esgrimía su estampa de “detente” como sus escudos ante el coronavirus.
Así entonces, lo que le sucede a la figura presidencial es, sin duda, una advertencia para los muchos potosinos que siguen pasándose por el arco del triunfo la obligación portar el cubrebocas, guardar la sana distancia no organizar reuniones ni acudir a sitios que registren aglomeraciones donde el virus acecha además de que queda bien claro que ni el poder ni el dinero impiden el contagio como se vio en el presidente y en uno de los hombres más ricos del mundo como Carlos Slim quien, según trascendió, acaba de ser declarado positivo.
Por otra parte, igualmente es de lamentar que el presidente haya venido a realizar su gira de trabajo por SLP contagiado pues ya se comprobó que venía mostrando síntomas de la pandemia lo que lo convirtió en un agente propagador del que se salvó el gobernador Juan Manuel Carreras pese a que mantuvo un contacto cercano con él lo que aparentemente no importó a AMLO pese a que ya acusaba síntomas pero ni así optó por usar el cubrebocas lo que tal vez fue la causa por la que no abordó el tema de la pandemia en los mensajes que envió durante los actos que encabezó, pero, de que debe estar arrepentido de su soberbia por desdeñar el peligro de contagio mientras los estragos del brote de la enfermedad lo acosan, seguro que debe estarlo aunque ojalá que pronto supere tan difícil trance por el bien de la nación.
CABOS SUELTOS
Las nuevas precandidatas de Morena están a la espera de que el CEN del partido les indique quienes de ellas entrarán a la encuesta final para medir su aceptación y elegir a la que será su candidata gubernamental cuyo nombre debe anunciarse el próximo domingo 31 del mes en curso, a menos que haya otra modificación a la convocatoria original
