¿Apostar de nuevo al verde olivo?

Miguel Ángel Guerrero Arriaga

Julio 06, 2021

A pesar de que la creación en el gobierno de AMLO de la guardia nacional se planteó como la solución esperada para resolver el grave problema de la inseguridad el disparo en los índices delictivos demuestran fríamente que a nivel nacional hace falta mucho más que esta corporación para que lo sea.

Desafortunadamente, tampoco en el ámbito estatal se ha visto que la presencia de casi un millar de elementos en el estado desde hace un buen tiempo haya servido para contener a la delincuencia común así como al crimen organizado que actúan casi con total impunidad pues su capacidad de reacción no se ha distinguido por su rapidez o efectividad.

Aunque el gobierno del estado suele inyectar de una buena dosis de optimismo sus anuncios sobre la llegada de nuevos grupos de elementos de esta agrupación, la verdad es que desde el arribo de los primeros contingentes el escenario delincuencial no ha variado sustantivamente a la baja pues los niveles de delitos como robos patrimoniales, homicidios dolosos y feminicidios, además de otros, van en constante alza.

Ahora que de un tiempo a esta parte el estado cuenta con 920 elementos de la guardia nacional, en lo que a efectividad se refiere, incluso se han visto rebasados por otros instituciones policiacas como la fiscalía general del estado en lo que a capturas de células o delincuentes vinculados al crimen organizado en lo que aquí, la GN no puede presumir haber dado un buen golpe.

Y, a pesar de que también se le atribuía la función de inhibir el delito con la presencia de grupos en las colonias y puntos de la ciudad más golpeados por la delincuencia la verdad es que poco se les ve en labores de vigilancia en las áreas de operación preferidas por la delincuencia pues, cuando mucho en ocasiones se envía a algunos elementos a darse una vuelta por la plaza de los Fundadores en la zona diamante o barrios como Tequis pocas veces aparecen lo que se refleja en el aumento de robos domiciliarios y asaltos a transeúntes por esos rumbos.

Desde luego pedir que acudan a colonias como la Progreso o Satélite a intervenir ante una riña de pandillas es pedir un milagro que ni en sueños se da, además de que ningún temor infunden entre los pandilleros que con todo y que enciendan las torretas de sus vehículos dejan de pelear.

Así entonces a esta realidad obedece que mucha gente ya extrañe la presencia de los grupos de militares que auxiliaban en las tareas de vigilancia y preservación de la seguridad mismos que realmente son temidos por los delincuentes por su energía al enfrentar delincuentes. Este panorama el papel no tan decoroso de la guardia nacional en SLP obliga a plantear la interrogante respecto de que ¿no es tiempo de volver a apostar al verde olivo en materia de seguridad Por su mayor efectividad?

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