Arranca en la UASLP la edición 2025 de la Baja SAE México

Con el estacionamiento del área de Posgrados de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP) lleno de vehículos, remolques, futuros ingenieros, voluntarios, equipo técnico y patrocinadores, la mañana del 21 de noviembre se realizó la ceremonia de arranque de la Baja SAE México 2025 en el Auditorio del Centro de Emprendimiento. Desde antes de iniciar, el ambiente anticipaba días de trabajo intenso para las delegaciones de distintas partes del país.

La bienvenida abrió con un mensaje dirigido a las y los participantes, donde se destacó el orgullo de recibirlos en San Luis Potosí y en la UASLP, recordando que la competencia “ha marcado la historia de la ingeniería en México durante tres décadas”. También se agradeció la presencia de Águilas Marching Band de la Facultad de Estudios Profesionales Zona Huasteca (FEPZH).

En la presentación del presídium se reconoció a los integrantes del Comité Organizador de Baja SAE México. Entre ellos estuvieron María André Saeb, capitana del primer equipo 100% femenil del ITESM Campus Laguna; el ingeniero Carlos Fajardo, manager de diseño de interiores de GM; el ingeniero Juan Santillán, director de desarrollo de producto para Ford México; el ingeniero Pedro Osorio, director financiero y coordinador de competencias estudiantiles de SAE México; además del doctor Alejandro Javier Zermeño Guerra, rector de la UASLP.

En su intervención, el ingeniero Juan Santillán expresó su entusiasmo por la participación juvenil: “Estamos llenos de energía por ver tanta participación de alumnos tan jóvenes, tan entusiastas, con tantísimas ganas de trascender”. Señaló que la ingeniería en México “ya es de primer mundo” y recomendó a los asistentes fortalecer sus habilidades, incluyendo el aprendizaje de nuevos idiomas: “Hablar inglés ya no es una ventaja competitiva, es un requisito”. Añadió que esta competencia puede convertirse en un punto de partida para su vida profesional y les pidió disfrutar cada momento del proceso.

El ingeniero Carlos Fajardo, por su parte, resaltó la importancia de descentralizar la sede de la competencia, pues ahora “pueden generar un networking mucho más grande”, al coincidir con universidades de diversas regiones. Explicó que desde este punto “ya están haciendo ingeniería en el campo”, aplicando soluciones bajo presión y poniendo en práctica lo aprendido en las aulas. 

También subrayó el valor del trabajo en equipo y la escucha atenta. “La retroalimentación que reciben aquí no se la van a dar en cualquier lado”, dijo. Recordó que tanto Ford como General Motors mantienen abiertas sus puertas al talento que surge de estas competencias.

Por su parte, el ingeniero Pedro Osorio, de SAE México, dedicó parte de su mensaje al 30 aniversario del certamen. “SAE México somos todos los que estamos en este auditorio” y destacó el apoyo de la UASLP, a la que calificó como “la mejor universidad con la que hemos trabajado”. También reconoció a figuras históricas de la competencia, como el doctor Ezequiel, quien ayudó a traer la Baja SAE a México hace tres décadas, y el ingeniero Ernesto Ney, integrante del equipo mexicano que obtuvo el primer lugar en Estados Unidos. Compartió un texto personal en el que definió a los voluntarios como “el motor invisible que impulsa cada sueño de los futuros ingenieros del país”.

El rector Alejandro Javier Zermeño Guerra reflexionó sobre el papel de las nuevas generaciones en el desarrollo tecnológico. “Un joven inquieto normalmente lleva a un desarrollo”, comentó, y resaltó que la mezcla de experiencia e ideas frescas permite innovar. Invitó a los equipos a trabajar en conjunto y a escuchar distintas voces: “Lo que no se te ocurre a ti se le va a ocurrir a otra persona”. Afirmó que todas y todos ganan experiencia, independientemente del resultado final, y pidió al público ponerse de pie para inaugurar formalmente las actividades.

Con esto iniciaron tres días de pruebas estáticas y dinámicas en los que estudiantes de distintas instituciones pondrán a prueba vehículos todoterreno diseñados y fabricados por ellos mismos en las instalaciones del Parque Tangamanga I. Entre herramientas, estructuras metálicas, motores y banderas universitarias dio comienzo una edición simbólica por celebrarse el 30 aniversario de un proyecto que ha formado a generaciones enteras de ingenieros en México.