Miguel Ángel Guerrero Arriaga
Marzo 13, 2023
Con la esperanza puesta en que resulte exitoso el programa emergente para el abasto de agua en la ciudad emprendido por el gobernador Ricardo Gallardo Cardona y el alcalde Enrique Galindo Ceballos que se finca principalmente en el rescate de los pozos existentes en la zona metropolitana se confía en que no se llegue a padecer una extrema insuficiencia del vital líquido de tal suerte que se deban tomar medidas de emergencia como el racionamiento en el suministro a fin de propiciar un consumo mínimo en los hogares potosinos.
Aunque no se sabe para cuando podría concretarse el rescate de los pozos todo mundo espera que se logre lo más pronto posible toda vez que aterra pensar en la posibilidad de que se repitan faltantes de agua tan agudos que obliguen al racionamiento en el suministro a efecto, decíamos, de inducir un consumo lo más bajo posible entre la gente.
Aterra porque se recuerda, por ejemplo, que en poco o nada contribuye para el abasto la presa San José que por la falta de lluvias se encuentra en niveles bajos históricos, semejantes a aquellos años en que se secó completamente de tal manera que su lecho fue aprovechado para organizar competencias de motociclismo o llegar al punto de racionar el suministro a unas cuantas horas al día o durante la madrugada para desesperación de las amas de casa que no alcanzaban con el agua disponible para satisfacer las necesidades del hogar.
Es cierto que el ahorro en el consumo del líquido es fundamental para que haya para todos por lo que los llamados de Galindo a cuidarla son los apropiados para las circunstancias actuales, ahorros que podrían lograrse no lavando los autos con la manguera a todo chorro y disminuir el riego de quienes tengan grandes jardines en sus casas como lo amerita la emergencia por la insuficiencia que se enfrenta aunque, lamentablemente son muchos los que los toman como ,los llamados a misa.
CABOS SUELTOS
A la secretaría de cultura le ha faltado seso para manejar la polémica por el crecimiento de cofradías en la procesión del silencio pues no se ha escuchado que surja de ahí alguna propuesta decorosa para sortear las distorsiones de la idea de hacerla la más grande del mundo… Los tamaños de las fisuras y fugas de agua de la cortinas de la presa del Realito evidencian que muchos funcionarios y constructores se hincharon los bolsillos de dinero por lo chafa de las obras realizadas lo que debe ameritar las denuncias correspondientes para que se sancione a los culpables.