Toño Martínez
Se enojaron las comadres y el compadre y se sacaron los trapitos al sol; Claudia Sheinbaum, Xóchitl Gálvez y Jorge Álvarez Máynez convirtieron el segundo debate en un auténtico lavadero de vecindad y aunque elevaron el nivel de propuestas para gobernar al país, fueron eclipsadas por el “argüendeo” que se traían y al menos una disculpa pública deberían dar a los mexicanos.
Junto con ello y como en el primero, la producción estuvo bastante mal para los 10 millones de pesos que cuestan cada una, al grado que hasta sin internet dejaron a la sala de prensa y eso que el Instituto Nacional Electoral gastó unos 250 mil pesos en gafetes.
Al final de la confrontación pública que no debate, las preferencias hacia uno y otro candidato no se movieron significativamente; siguen como estaban y en un descuido Jorge Álvarez Máynez de Movimiento Ciudadano pudo haber subido uno o dos escalones.
Llegaron al encuentro con una tendencia de preferencias que está favoreciendo a Gálvez Ruiz candidata de “Fuerza y Corazón por México” compuesta por PRI PAN y PRD, a Sheinbaum de «Seguiremos Haciendo Historia» de MORENA, PT y Verde Ecologista estancada y a Máynez muy atrás.
Cómo es posible si se supone que las y el candidato son personas inteligentes empapados en la problemática dolor, aspiraciones y potencialidades de cada región, sector y asuntos de los mexicanos hayan optado por la belicosidad y las cartulinas en lugar de decirnos que propuestas ofrecen para atender con sustentabilidad claro, la economía e inflación, infraestructura y desarrollo, pobreza y desigualdad, crisis climática violencia.
Usaron segundos para la exposición de ofertas y minutos en ataques sobre el pasado de partidos, personajes, propiedades, corruptelas y descalificaciones virulentas.
Las más enconadas fueron Xóchitl Gálvez y Claudia Sheinbaum que al final terminaron etiquetadas como La Corrupta y La Mentirosa.
Máynez le entró aunque en baja escala al tironeo y aprovechó para hablar de sus proyectos que son interesantes en cómo mejorar el empleo y salarios, cómo enfrentar la crisis hídrica, programas para apoyo a mujeres, incentivar la inversión pública.
Xóchitl tuvo buenas propuestas en cada área y unas de fondo como crear más universidades, que quienes ganan menos de 15 mil no paguen impuestos, regresar el Seguro Popular, Escuelas de Tiempo Completo, combate frontal a la violencia y delincuencia, reordenamiento del agua, protección del medio ambiente y trabajar por una verdadera igualdad de los pueblos indígenas.
Claudia Sheinbaum tuvo atisbos de proyectos interesantes en los mismos temas, con lenguaje pulcro y exposiciones claras -la prepararon muy bien- pero retrocedía al defender a la cuarta transformación y señalar reiteradamente que le pondría segundo piso, lo cual evidenció la idea generalizada de que no es dueña de su pensamiento e ideas sino ejecutora de órdenes del presidente Andrés Manuel López Obrador al hablar más de sus logros que de la propuesta propia.
Total las candidatas y el candidato quedaron a deber mucho a los mexicanos en medio de la sed de esperanza que tiene el país. Que decepción.