Dr. Jaime Chalita Zarur
Septiembre 28, 2019
No se cuestiona la finalidad, el motivo, el reclamo de justicia o el concepto por el cual se protesta. Eso jamás. La libertad de expresión debe ser y será defendida en todo momento.
Anarquistas o no, quienes se erigen en verdugos de las personas ante el anonimato y por ello cobijados por la impunidad, deberían ser castigados con la fuerza de la ley. Jamás será aceptado que después de haber delinquido se establezca mesas de diálogo para evadir el cumplimento de lo que nos ata como sociedad, la ley, so pena de establecer la ley del más fuerte y, por ello anarquía, autoritarismo, regreso a la era de la brutalidad que, de verdad no estamos lejos.
No se entiende, entre mucho de lo que pasa bien como en esta administración Federal. Se ha expuesto al que realmente debería ser nuestro Ejército Mexicano, mismo que estoy seguro, compuesto por seres humanos expuestos a equivocaciones como cualquiera de nosotros y más, cuando la inmensa mayoría de ellos, reciben órdenes las cuales deben ejecutarse.
Posiblemente pueda reducirse todo a la expresión que hizo el Presidente de la República Mexicana, “si por mí fuera, el Ejército no existiría” las políticas públicas cualesquiera que sean, no acaban de comprenderse, aun cuando la aceptación de López Obrador, es aún, en porcentajes muy altos.
La sugestión de elementos del Ejército Nacional, ha sido un ejemplo de lo peor, cuando menos para quienes sabemos que es con nuestras Fuerzas Armadas, con quienes podemos recuperar la paz de nuestra nación.
La política de la no intervención en la seguridad y resguardo del cumplimiento de la ley cuando los delitos se cometen y se pierde la oportunidad de atrapar delincuentes infraganti, van en aumento vertiginosos y lastimando a los mexicanos que sufren tales atropellos.
Sumado los destrozos de edificios monumentales hechos por personas que la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, había dicho se perseguirían tales delitos pero no ha sido así, ahora se sufren los atropellados y destrozos realizados el día 25 de septiembre en el cumplimiento de los cinco años de la desaparición de los estudiantes de Ayotzinapa. Manifestación de las madres y padres que han sufrido esta calamidad y por ello siempre respetable, no así, lo que hicieron delincuentes enmascarados e impunes de los delitos que cometieron.
Igualmente el Presidente de México, ha dicho que no van a reprimir a los que se manifiestan, con la cual estoy de acuerdo. El derecho a la expresión es y debe seguir siendo resguardado pero, ¿cómo no defendernos de los delincuentes que lastiman a la sociedad en su integridad física y su patrimonio?
Los actos de linchamiento se multiplican y la justicia, en la ausencia de la aplicación de la ley, se han multiplicado en muchos lugares de nuestra Patria. ¿Será esto lo que se espera de nuestro Pueblo?
Delinquir y matar, pero igualmente, robar y estafar sale barato, igualmente que el resto de los delitos. La delincuencia se desborda ante la indefensión de las personas que trabajan. La autoridad tiene vistas de ser incompetente para resolver la problemática social.
La no intervención de las autoridades en el marco de la ley se configura como delito pues también la omisión de los deberes es contrario al cumplimiento de la norma reguladora y debiera ser perseguido y castigado como tal.
La no acción de quienes están obligados a la guarda del orden público es un delito, igualmente la sujeción de autoridad competente ante “órdenes” de mandos superiores y debieran ser castigados quienes impulsan tales conductas.