Miguel Ángel Guerrero Arriaga
Julio 28, 2021
Convincente y tajante se vio el presidente Andrés Manuel López Obrador cuando aseguró que la sierra de San Miguelito no se vende aunque así lo quieran hacer los comuneros en respuesta a una pregunta concreta del periodista Julio Hernández López respecto de lo que pensaba hacer sobre esa superficie a lo que los grandes desarrolladores inmobiliarios le han echado el ojo para la construcción de fraccionamientos residenciales de gran calado que llegarían hasta la zona industrial.
Aunque no está claro si una prohibición presidencial en ese sentido puede imponerse a la soberanía de los comuneros. Está por verse si la intención del presidente no se pierde en los vericuetos burocráticos de las dependencias encargadas de tales asuntos.
Por otra parte a ver si las palabras lopezobradoristas logran frenar la venta “hormiga” de terrenos dentro del perímetro de, la sierra por los vivales que nunca faltan entre los que en este caso, se encuentran algunos de los asesores legales de los comuneros que con esa práctica han encontrado la forma de llenarse los bolsillos de dinero pues los comuneros no han hallado la manera de retirarlos de los grupos capaces de aprobar dichas transacciones además de que están al servicio de los inmobiliarios que le quieren hincar el diente a la sierra.
Aunque se espera que la sierra quede a salvo con la declaratoria de área natural protegida la prohibición de enajenar la superficie plantea la gran interrogante en el sentido, según lo aprecian expertos urbanistas por cuanto a que con ese cierre de oportunidades de expansión se estrangula el crecimiento de la ciudad que prácticamente se ha quedado sin posibilidades de seguir haciéndolo hacia el sur y más si se tiene en cuenta que hacia el poniente también hay reservas naturales que blindan grandes predios para evitar su venta mientras que para el oriente la mayor parte de las extensiones disponibles ya están ocupadas por las empresas de la zona fabril y solo el adefesio y fracasado proyecto de ciudad Satélite queda como como burdo intento de abrir otras zonas para desarrollos habitacionales.
No obstante la respuesta de AMLO al gran periodista Julio Hernández en torno a la prohibición de vender la sierra queda como una gran promesa de que se preservará ese importante pulmón de la ciudad y zona de recargas de los mantos acuíferos lejos de los intereses empresariales en un asunto que seguramente tocará dar seguimiento al nuevo gobernador y evitar que como en muchos otros casos se pierda en los laberintos burocráticos federales pero el compromiso ahí queda registrado para bien de San Luis Potosí.