Miguel Ángel Guerrero Arriaga
Febrero 14, 2022
Pocos gobernadores se han atrevido a romper el pacto nunca escrito de otorgar impunidad al que releva aunque ya se vio que el mandatario actual Ricardo Gallardo Cardona no tuvo empacho en hacerlo añicos desde el momento en que dio luz verde para detención del ex secretario de seguridad pública Jaime Pineda Arteaga por varios delitos cometidos en el desempeño del cargo, con lo que demuestra que su cacería contra los responsables de la “herencia maldita” va en serio por lo que no sería raro que en los próximos días se giraran otras órdenes de aprehensión contra algunos más ex funcionarios de la administración carrerista ya que en términos globales las anomalías financieras ascienden a varios cientos de millones de pesos si se toma en cuenta que tan solo en la secretaría de salud durante el tiempo que estuvo bajo el mando de la ex candidata gubernamental Mónica Liliana Rangel Martínez el daño alcanza casi mil millones de pesos además de otros cientos más relacionados con irregularidades en la construcción y remodelación del hospital central tema que también está en manos del gobierno federal lo que la administración de RGC tiene como uno de sus grandes pendientes tanto como el asunto de la construcción del metrobus en el que igualmente varios millones de pesos no están debidamente justificados y que supuestamente se ejercieron.
Con la decisión de detener a Pineda, Gallardo manda el mensaje a los exfuncionarios carreristas respecto de que ninguno puede decirse a salvo de ser llamado a cuentas y sancionado por los eventuales delitos que hayan cometido.
En el pasado hubo otros gobernadores que también decidieron romper el pecaminoso pacto no escrito de que el gobernador entrante brindara impunidad al saliente como lo hizo en su oportunidad Fernando Toranzo Fernández al enviar a prisión al que fuera secretario de finanzas de su antecesor Marcelo de los Santos, Joel Azuara Zúñiga al que se desempeñara como oficial mayor Humberto Picharra Carrete y otros funcionarios que se vieron involucrados en el supuesto fraude de los invernaderos de Santa Rita.
Fue a Juan Manuel Carreras al que le tembló la mano para hacerlo con todo y que había evidencias documentadas como para poner tras las rejas a algunos de los más altos funcionarios del DIF estatal.
Ya ahora con Gallardo al frente del gobierno y con Pineda detenido se ve que no teme ir por los carreristas autores de los saqueos al erario estatal luego de que se inscribió como el primero que sanciona al más alto funcionario encargado de la seguridad pública lo que seguramente tiene temblando a los exfuncionarios carreristas que se saben incluidos entre los pendientes del propósito justiciero gallardista.
CABOS SUELTOS
Sería bueno que tanto el diputado panista Xavier Azuara como el ex dirigente estatal Juan Francisco Aguilar dejaran de hablar como si fueran los mandos formales del PAN y mejor dejaran que lo hiciera la nueva dirigente Verónica Rodríguez si es que quieren borrar la impresión de que han impuesto un cacicazgo en el partido como acusa Josefina Salazar Báez pues su tiempo ya pasó y precisamente, parecen no haberse percatado de que sus actitudes son las causantes de las deserciones de panistas y las que pueden registrarse de blanquiazules notables como el senador Marco Antonio Gama Basarte quien ya …amaga con renunciar a esos colores más lo que puedan seguirlo por coincidir en su rechazo a la forma en que han cerrado el partido.