Toño Martínez
Agosto 14, 2020
Hundida en la peor catástrofe financiera de su historia causada por diversos factores acentuados por la pandemia sanitaria, robos de energía por personal corrupto que entra en tratos personales con usuarios para no cobrarles, exceso de prestaciones y canonjías al personal sindicalizado y de confianza, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) está a punto del colapso y en riesgo de dejar sin empleo a miles de trabajadores.
Tal panorama descarta totalmente la posibilidad de que prospere la solicitud de empresarios, comerciantes, usuarios de consumo doméstico de la Huasteca Potosina, diputados y senadores para que se modifiquen las tarifas de consumo para esta región consideradas excesivas sobre todo por el obligado uso de la electricidad por el intenso calor que sufre la mayor parte del año.
No sé trata, créanme, de un ardid de Manuel Bartlett Díaz, director de la CFE para mantener ingresos exorbitantes y tapar malos manejos como actos de corrupción, sino de una realidad dramática que al propio Sindicato Único de Trabajadores Electricistas de la República Mexicana liderado por Víctor Fuentes del Real está asustando y con manifestaciones evidentes de ceder concesiones.
