Miguel Ángel Guerrero Arriaga
Febrero 13, 2022
Extrañamente, los constructores potosinos advierten de la posibilidad de que emigren a otros estados ante la ausencia de obras públicas y privadas para sostener sus empresas cuando en las décadas de los ochentas y los noventas prácticamente conquistaron los estados vecinos para construir decenas de desarrollos inmobiliarios de viviendas de interés social tanto del Infonavit como del Fovisste en entidades como Zacatecas, Aguascalientes, Guanajuato y Querétaro en los que son recordados como los constructores de muchas de las áreas habitacionales que formaron parte del crecimiento de sus respectivas capitales donde seguramente las condiciones han cambiado radicalmente y difícilmente podrían volver a encontrar facilidades para volver a hacerlo particularmente porque dependencias como las mencionadas ya no son ejecutoras y es prácticamente incosteable construir viviendas populares como las de entonces.
Por otra parte, muchos de los constructores locales han dejado mucho que desear con sus acciones en materia de construcción de obras públicas pues por angas o por mangas, en algunas importantes realizadas particularmente en la capital han quedado a deber al no cumplir los términos de conclusión y entrega de las mismas en los plazos fijados, llevándolos a eternizar su terminación de lo que uno de los primeros ejemplos de ello fue la rehabilitación de la avenida Pedro Moreno que se alargó por un tiempo considerable provocando la quiebra de decenas de negocios al quedarse sin clientela por impedir el paso a la gente con los trabajos de construcción, algo semejante pasó con la regeneración y pavimentación de la avenida Álvaro Obregón cuyos trabajos de conclusión igualmente se prolongaron por meses y meses, como también ocurrió con la calle de Uresti que durante más de un año constituyó un complicado tapón vial en la zona.
Lo mismo sucedió con otras obras como el libramiento de la salida a Guadalajara y aún con la terminación de la actual Unidad Administrativa municipal como también con las obras de rehabilitación de la avenida Carranza, y así podrían citarse otros ejemplos más de lo que podrían llamarse tropiezos de los constructores locales por lo que si emigran algunos de ellos los que han estado al frente de las citadas no serán muy extrañados ni por las autoridades ni por la gente afectada por sus grandes retrasos.
CABOS SUELTOS
Por cierto, sorprende que los opuestos a la colocación de un gran Cristo en la Joya Honda insistan en esa postura cuando bien saben de la necesidad de contar con otros atractivos turísticos más allá del centro histórico, lo que los deja como simples contreras a todo aunque sea sin razones válidas, en lo que también encajan los que rechazan el proyecto de reconstrucción y remodelación de la alameda Juan Sarabia. Ahora que resurgió el tema del metrobus no se sabe en que quedaron los avisos de que se procedería a denunciar a los encargados del proyecto por malos manejos de su presupuesto que ascienden a decenas de millones de pesos como lo señaló el titular de la SCT estatal Leonel Serrato Sánchez.
