Toño Martínez
Diciembre 18, 2024
Como en la teoría del globo que revienta cuando se infla de más y sus paredes son débiles, el Partido Movimiento Regeneración Nacional o MORENA comienza a implosionar, a resquebrajarse y ni la mediación de sus dueños morales Andrés Manuel López Obrador y Claudia Sheinbaum Pardo podrán evitarlo.
Por la naturaleza de su origen surgido de la frustración, desesperación y resentimiento político de López Obrador MORENA nació débil, como sietemesino pero supo matizar esa falta con buenas intenciones en la plataforma de principios y propuestas como un nuevo ejercicio de Gobierno donde los pobres serían primero a través de su política social sustentada en lo que llamó, humanismo mexicano, el combate a la corrupción, bienestar y justicia social, atrajo a la muchedumbre para darle cohesión a Regeneración Nacional. Total la cuarta transformación de México.
Pero no le dio identidad propia sino la promesa del que haría un cambio total de gobernanza al pueblo que agobiado por un sistema político desgastado que bajo el régimen del neoliberalismo deformado abandonó la bondad de las instituciones, separó gobierno del pueblo y acentuó la desigualdad económica entre sectores fue conquista fácil aunque desordenada y lo sacó del apuro.
Fue ese mal humor social el caldo de cultivo para engordar las filas de MORENA, pero seguía y sigue con un perfil amorfo, un mazacote de ideas e intereses encontrados y refugio de prófugos de otros partidos donde no tenían futuro y buscaron salvarse del anonimato y de pasados oscuros.
Contrarrestó la falsa idea de partido con los programas sociales y subsidios que calaron entre la gente para darle afiliados, pero MORENA no ha consolidado infraestructura electoral, es como una cajita de cartón.Inflaron a MORENA como se hace con los globos inyectados con una mezcla de gases de diferente composición química, cuyas moléculas chocan entre si, y tensan paredes síntoma del reventadero inminente.
El mas reciente ejemplo de ausencia de unidad que presumen es la exhibida de corruptelas entre dos de sus principales figuras, Ricardo Monreal Ávila y Adán Augusto López Hernández teniendo como palenque el Congreso de la Unión.
Adán lanzó el primer golpe al hígado señalando a Monreal de haber cometido actos corruptos con contratos raros por 120 millones de pesos cuando estuvo en el Senado; éste respondió con un «upperacut»a la sobrada mandíbula de Augusto cuestionando el uso que dió a un guardadito por mil millones de pesos que eran del Congreso y nunca se supo dónde quedaron.
Enójense las comadres y salgan las verdades como dice el refrán ante lo cual Claudia Sheinbaum tuvo que distraer sus actividades presidenciales para ordenarles veladamente que se reunieran con la Secretaria de Gobernación Rosa Isela Rodríguez -otra vez una funcionaria pública en asuntos de un partido-, quien solo les dijo «o le paran a su bronca o se las verán con el jefe».
La presidenta Claudia en la vorágine de la balconeada Monreal-López imitando al titiritero y con una carcajada de nervios, echó la culpa a la oposición y a medios de haber magnificado las cosas ¡Válgame Dios!
Instruida también, la presidenta de MORENA Luisa María Alcalde Luján intento dar una demostración de que en su partido no hay impunidad y que el que la hace la paga; pidió a los pleitistas -para tapar el ojo al macho- que denuncien ante quien corresponda (Fiscalía) si tienen pruebas de actos de corrupción pero es obvio que no lo harán.Total que no hayan como detener el reventadero del partido de López Obrador aunque el daño a la imagen de honradez y honestidad de la 4T ya está hecho.Y el globo no para de inflarse.
