¿Cómo hacer para dejar de ser sólo un enganche en la aspiración?

Dr. Jaime Chalita Zarur

Septiembre 05, 2020

Muchas veces me he preguntado cuál es el ideal de los hombres y mujeres de nuestro país. No el ideal personal, pero si, el de quienes vivimos en México. Qué clase de idea tenemos del país que queremos y no del que quisiéramos, es decir, ¿cómo hacer para dejar de ser sólo un enganche en la aspiración?, olvidar la expresión del yo quisiera que fuese como los otros países del primer mundo.

La idea de una nación nos refiere al conjunto de personas que se identifican en un territorio, idioma, raza, y costumbres que, constituye un pueblo o, un país. Desde luego la nación está en referencia al lugar en donde se nace, crecen las personas generalmente y hacen su vida gregaria.

Quizás el término gregario es el más importante para la vida cognitiva y de relación con los demás pero, hacerse consciente de ello ha sido una gran complicación histórica. México está estancado en la construcción de una supra consciencia, que nos pueda y, haga darnos cuenta de la importancia que representan los demás seres humanos y que, tenemos una dependencia de ellos.

Ninguna persona tiene sentido sin los demás. Nadie es nada sin que esté en medio de un núcleo de personas con quienes pueda construir el entorno más próximo y, progresar.

No me parece que nada de lo que se comenta en esta participación, tenga algún avance si no se recupera la educación cívica de nuestro país. El civismo es la materia en la que se aprende el valor del entorno social y desde luego el del territorio que llamamos país.

Quienes nos han dividido y polarizado, no son personas nuevas; son los mimos y es la conveniencia política para hacer lo que les venga en gana. Son ellos quienes a expensas de dádivas y sueños que jamás se realizan, que no son diferentes en mucho a los espejitos de la conquista de nuestro país, se adueñan de la “voluntad popular” del pueblo.

El próximo año tendríamos que llegar a los comicios intermedios con fortaleza de saber qué es lo que deseamos y creo que sólo hay dos caminos: uno, afianzar el autoritarismo a través del populismo o, su contención y volver a una democracia que se había estado construyendo entre todos.

Las decisiones en un país deben obedecer al beneficio y esfuerzo de lo que entre todos hemos construido, y ello tendría que ser respetado para seguir adelante.

Las venganzas aun cuando se niegan están a la vista pero no somos quienes construimos la riqueza de México los culpables, de lo que muchos políticos han robado. Es el podrido sistema que se aparta de la vida de quienes trabajamos cada día.

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