Toño Martínez
Septiembre 18, 2019
Hablemos ahora del fantasma más común; pudiéramos decir que es el de primer contacto, cuya imagen ha sido la que mayormente es captada mediante equipo especializado como el Ghost Meter Pro y otros aparatos de frecuencias electromagnéticas asociadas a fenómenos paranormales usadas por investigadores, o por personas comunes que sin saberlo, al momento de tomar una fotografía o un video, observan su presencia detrás de alguna persona, en un grupo o en un lugar determinado.
Este fantasma, denominado Orbe, se caracteriza por aparecer como un espectro de luz blanca o azulosa, informe, pero que en instantes comienza a cobrar forma ya sea humana o animal hasta tener la apariencia de la persona identificada con el espectador.
Para los parasicólogos y expertos en contactos con espectros, se trata de la forma más temprana del espíritu que emerge de un cuerpo cuando fallece.
Por lo general se le considera silencioso pero su presencia incomoda, se siente antes de capturarlo en imágenes resplandecientes.
Busca comunicar, contactar con alguien pero en forma errática, no tiene un mensaje propio y solo se dedica a vagar en nebulosa del plano fantasmal, aparentemente.
Aunque de apariencia solo curiosa, es un gran peligro para quienes intentan comunicarse con él, porque debido a su esencia confusa es fácilmente utilizado por espíritus malignos para atacar a los humanos.
De ahí la recomendación para extremar precauciones si usted llega a toparse con un fantasma de luz; aléjese, protéjase para evitar un desenlace siniestro.
Tutela especial contra las presencias fantasmales merecen los niños, por lo que siempre debemos prestar atención cuando un pequeñito nos hable de haber visto un fantasma o el clásico “amigo imaginario” que aparece en su cuarto por las noches para jugar.
El peligro surge, porque aunque muchas veces puede tratarse de espíritus “benignos” de pequeños que fallecieron trágicamente o que tenían un gran apego por posesiones como juguetes o personas, pueden ser suplantados por espíritus perversos con fines viles.
Lo mejor es permanecer atentos para buscar ayuda de ser necesario, para definir si se trata de accesos de fantasía o de entes.
Bajo estados de crisis emocional o tribulaciones, señalábamos en episodios anteriores, la mente es capaz de producir fenómenos que no son tangibles ni intangibles, sino producto de la sub conciencia.
Es lo que generalmente ocurre con adolescentes, que al atravesar la etapa más compleja en el desarrollo de las personas, los cambios hormonales, emocionales, psíquicos y conductuales como influencias externas, quedan atrapados en un mundo de confusiones emergidas de procesos sinápticos.
Es entonces cuando son atraídos por lo sobrenatural, el misterio y eso los conduce a crear en su imaginación fantasmas y demonios, que no son lo mismo.
Existen historias verdaderamente escalofriantes, probadas, del grado de dominio que llega a ejercer un fantasma sobre adolescentes, y que lo llevan a cometer acciones abominables como crímenes y rituales sangrientos.
En la siguiente narración sobre el mundo espiritual, hablaremos de los espejos y su relación con fantasmas y el más allá.