Culto a la persona en auge

Dr. Jaime Chalita Zarur.

Agosto 16, 2025

¿Se ha terminado ya, la luchas por las ideas nacionalistas de progreso solidario, y nos hemos concentrado ahora en personas que nos han pedido nuestro aval y, terminada la temporada electoral, nos abandonan a nuestra suerte?

Del culto a la persona, nace la idolatría de ídolos de barro, casi todos o, todas. De tal manera que de la lucha por las ideas, ha quedado en el olvido total. Así es de esta manera que no más nacionalismo, fundado en el bien común; entonces nace el culto a la persona a quien se entrega la confianza. ¿La traición? Siempre.

¿Inteligencia Artificial? Pareciera que es una historia contada en una pesadilla; el aplauso fácil, la lisonja, la pomposa presentación, la alabanza al ego de ellos y ellas. ¿La gente? Solo para que vote favoreciendo a quienes se les han dado la confianza.

Dos personas, situaciones parecidas, por desgracia mortales, pérdidas de vidas inocentes. Quizás para ahora ha dejado de ser noticia, pero el sufrimiento no pasa para quienes fueron sus hijos, hijas.

Fernandito y Dulce, dos jóvenes brutalmente asesinados en el Estado de México. La reacción de la Señora Gobernadora, fue con el sentimiento a flor de piel, con la voz quebrada por el dolor que quiero pensar es genuino, exclamando que falta mucho por hacer en la seguridad de niños y niñas para recuperar una sociedad perdida en la locura del asesinato.

Una maestra jubilada en Veracruz, exhibida en video de rodillas, suplicando por su vida al declarar que había que pagar el derecho de piso y, no propiamente a las autoridades. Muere a causa del maltrato de un infarto dice el informe pero, la reacción de la señora gobernadora, fue enfrentar a los medios de comunicación y, con ello, a su población, diciendo que si quieren hacer escándalo, la gobernadora sigue siendo ella.

¿La diferencia? El humanismo tomando posición del sentimiento del amor genuino a a quienes son sus gobernados. ¿Lo otro? el enfrentamiento opresor, diciendo yo aquí mando. Que pena.

@jaimechalita