De boa a boa, la Mazacuata y el Mazacote

Filiberto Juárez Córdoba

Jueves 11 de junio de 2020

QUERÍAN SALIR con una mazacuata y salieron con un mazacote. La mazacuata, es una boa, ese nombre viene de los tiempos prehispánicos pues alimentándose de roedores y otros animales, llegó a incluir los venados en su dieta. En náhuatl, mázatl es venado y cóatl serpiente, serpiente comedora de venados. La boa mata a sus presas constriñéndolas, apretándolas hasta ahorcarlas, por eso es constrictora. El mazacote es una masa, generalmente para preparar alimentos, que debiendo se moldeable y de características agradables, se vuelve espesa, apretada, pegajosa, dura, informe. Si en los tiempos prehispánicos la boa era comedora de venados, en los tiempos de la 4T, nos salieron con una boa, disque comedora de un prehistórico peje lagarto, pero por sus características resultó todo un mazacote. Una mezcolanza mal hecha y demasiado burda, para ser lo que dijeron que era. La única similitud entre la boa de otros tiempos a la de ahora, es que la mazacuata lo mismo puede desplazarse reptando, arrastrándose pues, que yéndose por las ramas, igual que, según dicen, lo hacen los que presentaron la pejecuata.

 ESO DEL BLOQUE OPOSITOR, como que no es más que una refriteada de estrategias políticas de otros tiempos, como el Ave Azul, que impulsó el PAN, cuando andaban con la firme creencia y obsesión que sacando al PRI de la presidencia, México cambiaría radicalmente y seriamos un país perfecto, libre de problemas y nadando en la abundancia. En esos tiempos el Ave Azul algo consiguió, pero por los resultados, a la hora cumplir las expectativas resultó pan con lo mismo y la dichosa Ave Azul, con pretensiones de ser del paraíso, no pasó de ser un simple y descolorido pájaro petacón. Hay que reconocer que los resorterazos contra ese plumífero se dieron y muy fuertes pero sin salir de las esferas partidistas. La presidencia de la república, de ese entonces, conservó su nivel y dejó que los espantapájaros fueran otros.

LA BOA QUE PRESENTARON o denunciaron en la era de la 4T, de mazacuata se les tornó mazacote, porque habiendo denunciado personalmente el presidente su existencia, dijo que no sabía quién lo hizo ni si era algo cierto. El mazacote de plan del Bloque Opositor a AMLO, presuntamente le fue entregado en Palacio Nacional, por un simpatizante que tal vez estaba con ellos y se arrepintió, o se infiltró a propósito. Con menos sustento que el de “me lo dijo un pajarito” que usaban las mamás de antes para hacer que los chamacos reconocieran sus travesuras, el presidente lo lanzó a la luz pública, acusando a varios personajes y medios de algo que no es delito y debe ser normal en todo sistema democrático, organizarse para votar, a favor o en contra de lo que uno considera conveniente. En cada elección sale un plan así, al igual que manifiestos o pronunciamientos de grupos que quieren cambiar el rumbo del país buscando incidir para ello en la orientación del voto, aunque eso vaya en contra de los deseos del gobernante en turno.

EL PRIMERO DE ENERO DE 1986, la lucha entre navistas y priístas, por la presidencia municipal, derivó en el incendio de la puerta principal del Palacio Municipal y la destrucción de archivos y algunos bienes. Durante la trifulca alguien se metió, pesar de las llamas y que algunos manifestantes arrojaban objetos, recogió algo y salió, retirándose inmediatamente. Tiempo después, un día se presentó al mismo lugar, ya restablecida medianamente la calma y pidió hablar con el presidente municipal, para hacer entrega de un bien que había tomado, por decisión propia, en custodia el día de los hechos violentos. Fue recibido e hizo entrega de una bandera nacional bien cuidada, que estaba en el área que se había incendiado. Un día le preguntamos qué andaba haciendo ese día y por qué se metió con riesgo a ser agredido o detenido. Me dijo, mira, yo andaba viendo, como muchos, lo que estaba pasando, lo político y lo que sea que lo arreglen como quieran, pensé, pero cuando me acorde que ahí estaba el lugar donde resguardaban la bandera, me dije eso es otra cosa, es nuestro máximo símbolo patrio, y hay que ponerla a salvo. Entré la saqué y me la llevé. Nadie se opuso realmente, habiendo ya condiciones fui y la regresé. Creó que es lo que debe hacer todo mexicano. Ese buen ciudadano se llama Sergio Guel Méndez y dio un ejemplo de cultura y valor cívico. Cosa que nadie hizo el viernes en que un grupo de vándalos ultrajó las banderas que había en el Congreso del Estado y quemó una de ellas. Son cosas diferentes van a decir pero es la misma bandera y es la misma patria. Aunque no lo crean hay mucha gente indignada por eso.

A PROPÓSITO DE ESAS COSAS, este sábado, 13 de junio, el FRENAA, volverá a manifestarse con una caravana automovilística, exigiendo la renuncia del presidente de la república. Como la anterior se espera que en las principales ciudades del país haya ciudadanos sumándose a este movimiento. Sólo que ahora están perfeccionando la organización y tomando medidas para evitar que se vayan a infiltrar provocadores. Quienes participan en la convocatoria dicen que su movimiento es enérgico pero respetuoso de las leyes y de quienes piensan diferente a ellos. Invitan a sumarse y hacer todas sus actividades de manera ordenada y sin violencia. El objetivo está bien definido.

EL ALCALDE DE XILITLA, Martín Eduardo Martínez Morales, y algunos de sus cercanos colaboradores, ya fueron dados de alta y se están incorporado a sus actividades, después de haber dado positivo en la prueba del coronavirus. El profe Lalo, como se le conoce, anunció que salieron bien librados pero que tienen que cumplir estrictas medidas. Invitó a la población a que tome en serio la pandemia y aseguró que estará haciendo lo necesario para evitar que se incrementen los contagios.

EL FAMOSO CORONAVIRUS nos trae tan de cabeza que los científicos andan investigando todo lo investigable con tal de conseguir el modo de controlarlo. Determinar bien los medios de contagio es una de las preocupaciones. Las gotículas que se expelen al esputar, toser pues, están identificadas como transmisores, pero no está de más, dicen analizar otras excrecencias del cuerpo, incluidos los gases intestinales, que lo mismo producen borborigmos que cuescos. Es decir gruñidos de tripas o ruidos estomacales, que sonoras flatulencias. No vaya a ser que esas ventosidades propaguen también el Covid-19, que en ese supuesto podrá denominarse en lugar de SARS-COV2, SARS-COVP2. NOSOTROS DECIMOS:

Si investigan con denuedo

Si hay contagio por los flatos,

Dirán algunos ingratos,

¡Son ganas de hacerla de… emoción!

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