De ganones y pillos en Santa Rita

Miguel Ángel Guerrero Arriaga

Mayo 22, 2020

Con el tema de “recuperar el patrimonio de los potosinos” canalizados a la construcción de los invernaderos de Santa Rita”, en su momento y como candidato gubernamental del PAN Marcelo de los Santos se enfiló al triunfo en las elecciones del 2003 pues las sospechas de malos manejos desde el inicio de construcción de la obra le dieron consistencia al discurso en ese sentido con el que buscó y obtuvo el voto para llegar al gobierno estatal. Sin embargo, a pesar de la machacona insistencia en sacar a relucir lo que llamaba el fraude a los potosinos nunca dejó ver alguna intención por recuperar el patrimonio de los potosinos mediante su enajenación o concesión a particulares pues lo mantuvo como propiedad del estado o como decían los mal pensados como la caja chica del gobierno pues las jugosas utilidades que ha arrojado jamás se invirtieron en proyectos dirigidos a desdoblar la creación de otros invernaderos pues el llamado el huevo de Villa de Arista fue obra de Fernando Toranzo Fernández que como negocio, según se afirmaba era bastante rentable pese a que la nómina está plagada de cuates de funcionarios sin preparación para esos menesteres.

Peor aún en lo que toca al complejo hortícola de Santa Rita parece que sigue siendo un gran negocio para la empresa comercializadora mastronardi minardi que trajo el pillo español aquel llamado Antonio Rufo Gutiérrez que se lleva algo así como el 10% de los cientos de toneladas anuales de productos que exporta a Europa Canadá y Estados Unidos, comisión que solapada por funcionarios cómplices de la época la tiene asegurada mientras existan los invernaderos pues se trata de una auténtica millonada en dólares, según nos han comentado los enterados del negocio.

Por eso llama la atención que quienes ahora exigen su venta no se hayan pronunciado por lo mismo cuando estuvieron bajo el dominio del que los utilizó como bandera electoral para recuperar el patrimonio de los potosinos.

CABOS SUELTOS

Sorprende que la iglesia acepte que pasa por apremios económicos pues no puede oficiar actos en los que se cobra como bodas quince años bautizos y demás los que se vio obligada a suspender por la contingencia de la pandemia por lo que ahora debe sobrevivir con las pocas limosnas que dejan los 10 o 15 fieles que pueden aceptar en las misas que se ofician con lo que no cubren ni el diez por ciento de los gastos normales… por lo que algunos sacerdotes esperan que su rescate financiero venga de los muchos creyentes pudientes que tienen y no solo vayan a darse golpes de pecho cuando la gente los está viendo…

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