Miguel Ángel Guerrero Arriaga
Agosto 24, 2022
Es realmente lamentable que mujeres valiosas que han sido llamar para ocupar cargos de primer nivel en la administración estatal tengan que dejarlos por no haber salido bien libradas en las evaluaciones sobre su desempeño como, al parecer fue el caso de la activista en pro del feminismo Marcela García a quien se removió de la dirección del IMES luego de que por méritos propios el gobernador Ricardo Gallardo Cardona la instalara en dicha posición.
Lo malo para el sector femenino es que según versiones confiables, otras mujeres que ocupan puestos de primer nivel en el gobierno gallardista también están en riesgo de ser removidas entre las que se menciona a la titular de la secretaría de turismo Paty Veliz por no haber impulsado debidamente al estado como destino turístico así como la secretaria de cultura Elizabeth Torres quien no ha podido entender los objetivos que debe perseguir la dependencia que se le confió lista de posibles cambios a la que se agrega la guanajuatense titular de la contraloría del estado Lilia Villafuerte quien nomás no ha podido con el cargo, apreciación que se ha agudizado al haberse expuesto a estar en el centro de la polémica y los cuestionamientos a su trabajo.
Como ha pasado con las mujeres que pasaron por puestos de primer nivel en gobiernos anteriores su protagonismo y poca habilidad para evadir la polémica sobre su desempeño finalmente fueron las causas por las salieron de la administración como se recuerda el famoso caso de la que fuera secretaria de turismo durante el régimen del profesor Carlos Jonguitud Barrios, Virginia Vicky Robledo quien se ufanaba de salir de su oficina a las once de la noche ante lo que luego se descubriría que entraba a trabajar a las 5 de la tarde lo que hizo insostenible su permanencia en la administración aunque hubo casos de mujeres funcionarias que hicieron un papel relevante en cargos importantes como la abogada Manuela García Cásarez en su desempeño como procuradora general del estado lo mismo que Rocío Cervantes en la titularidad de la Auditoría Superior del Estado. Lo que no quita que se hayan registrado experiencias para el olvido de mujeres funcionarios como pasó con Mónica Rangel Martínez como secretaria de salud en la administración, también para olvidar de Juan Manuel Carreras.
Lo bueno es que la mayoría de las mujeres que ocupan puestos públicos saben que son calificadas tanto como se hace con los varones y que la capacidad es lo que avala la permanencia.
CABOS SUELTOS
Lo dicho, con sus escándalos, los diputados se empeñan en pisotear aún más su imagen como lo muestra el que protagonizaron los legisladores que por ir a escuchar al nefasto aspirante a corcholata de AMLO Gerardo Fernández Noroña les rebajarán de su sueldo el día por no haber asistido a una importante sesión plenaria, lo que nadie se preocupa u ocupa por remediar así sea mínimamente.