Miguel Ángel Guerrero Arriaga
Marzo 14, 2023
Los priistas no dejan de dar pena con sus infantiles intentos de inducir al presidente del comité estatal Elías Pesina a que renuncie al cargo bajo el argumento de que lo ha sumido en la inmovilidad sin completar su exigencia con alguna propuesta razonable para sacarlo del bache en que se encuentra en tanto el cuestionado los deja que se revuelquen de ardor por sus vanas maniobras pues hasta donde sea enterado esta columna él está empeñado en mantenerse en la dirigencia hasta el 2024 que es cuando concluye su periodo.
En aras de continuar con esa campaña de desprestigio y presión contra Pesina, ahora salieron con la puntada de colgar pendones de los postes cercanos a la sede estatal del tricolor en los que piden que renuncie dizque por dignidad, en un lance cuyo autor o autores se desconoce al contrario del desplegado publicado en días pasado en el que cuando menos aparecen numerosos nombres de supuestos firmantes, varios de los que, por cierto, ya no pertenecen al tricolor y otros que señalan no haber autorizado la inclusión del suyo.
En este sentido cabe ver quienes de los opuestos a la permanencia de Elías pretenden aprovechar el movimiento para apuntarse como sus posibles relevos.
Ahora ante la posibilidad de que Elías ceda y renuncie al cargo seguramente originaría una auténtica cena de negros entre los que se disputarían la presidencia a los que no habría forma de controlar ante la ausencia de alguien que marque la línea para que lo sea específicamente uno de ellos y no modo que vayan con el dirigente nacional tricolor Alejandro Moreno para que les indique en favor de quien moverse lo que difícilmente haría el tabasqueño pues bastante ocupado anda tratando construir su candidatura a la presidencia de la república y mucho menos puede pensarse que podrían ponerse de acuerdo entre ellos para designar al mejor de ellos para impulsarlo como el sucesor adecuado.
Como ya hemos señalado es sabido que al que actualmente se le reconoce como autoridad en el partido como para indicar caminos a seguir es el exgobernador Horacio Sánchez Unzueta y en una de ésas hasta él mismo se abre paso para llegar a la dirigencia estatal toda vez que sabe que el premio de llegar puede ser una diputación plurinominal el próximo año algo que podría darse en virtud de que a Horacio no sólo muchos así lo reconocen sino que hasta le temen y no es de dudarse que no pocos estén dispuestos a ponerse a sus órdenes aunque no se sabe si HSU está detrás de lo que han estado empujando a Pesina a la renuncia lo que igualmente podría ser habida cuenta lo sibilino que es y hasta un favor le haría al tricolor en esta etapa en la que va cuesta abajo irremediablemente y no halla cómo salir de su laberinto.