¿De quién es la república mexicana?

Dr. Jaime Chalita Zarur

Julio 28, 2019

La semana pasada inicie preguntando de quién es el municipio, ahora lo hago preguntando ¿de quién es la República Mexicana?

Promesas, nos han hecho los políticos a más no poder, a la potencia N, no podría precisar cuántas se han cumplido o, cuántas no se han cumplido pero, estoy seguro que, la inmensa mayoría se han quedado en el camino de lo incumplido, de la mentira y la falsedad.

Prometer y más, es lo que tiene que hacer un político para lograr sus anhelos y, su interés. Mentira que se busca el beneficio de los gobernados. El poder el dinero, ambos o, por separado, es lo que se busca en la persecución de gobernar. Trascender, no importa cómo, es la meta de muchos, conservar el poder además, se torna en una prioridad, más allá del servicio. Dejemos el beneficio de la duda, para quienes aún en el albor de esta administración, inicia su tarea.

Las calificadoras internacionales que por ahora nos califican mal o, muy mal, en nuestro crecimiento económico, son satanizadas desde la presidencia, no solo eso, iniciamos la observación de lo que tanto tiempo se había advertido. La soberbia y el ego, están haciendo su trabajo, la persona se convierte en autoritaria y quien no piensa más allá de lo de sí mismo, siempre nos lleva al despeñadero.

Creo sin equivocarme, la inmensa mayoría de los mexicanos, queremos la Transformación de nuestro País, una transformación incluyente, donde las personas tan diferentes como habemos en México, estén presentes y seamos escuchadas. Nadie tiene la verdad absoluta en un gran País como México, menos en un mundo globalizado y con un enorme intercambio de bienes y servicios que, de alguna manera dan dirección a los más de 7 mil millones de vidas que habitamos este Planeta.

Tema aparte es, cómo somos dirigidos todos los seres humanos por menos del 1% del total de la humanidad.

Un gran País como el nuestro, no puede ser llevado a buen puerto cuando sólo es una visión la que lo dirige. Tampoco es prudente tantas renuncias en el gabinete Presidencial, pues la curva de aprendizaje, no terminaría, con costos enormes en dinero si, pero igualmente en tiempo que nos aventajan otros países, innovando y reinventándose en todo lo que se refiere a la competitividad, esencial para avanzar en mejorar nuestras formas de vida.

Este gran País, ha sido construido por manos de mujeres y hombres que realmente apostamos por nuestro hogar común. Cierto que nuestra historia no ha sido la que el Pueblo ha querido pero, nuestra confianza había sido puesta en quienes prometieron y nunca cumplieron. Hoy es comprensible la exigencia que se plantea del cumplimiento del deber y, no solo desde el sector público, también, desde el privado.

Quienes tenemos una visión diferente de la oficial, no quiere decir que somos, como menciona el Presidente, iguales. La corrupción está en otro lado pero, no en la generalidad de la población, la misma que trabaja y desea salir adelante y, debe ser combatida constantemente pero, con certeza, con veracidad y, no con estridencias mediáticas.

México es de todos pero, la desconfianza está por todos lados, unos contra otros, todo porque nuestros líderes políticos abusaron de los gobernados, por ello es sano ya no polarizar a nuestro Pueblo, por el contrario, abrazar la inclusión y acuerdos de equilibrios que nos dé ventajas de mejores formas de vida.

Por instancias, nos hemos preguntado, ¿porque es que el Aeropuerto de Santa Lucía, tiene tantos contratiempos operativos y legales? En cambio el NACM, jamás tuvo contratiempos de este tipo, pues está respaldado por años de precisión. ¿México es de todos?

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