Filiberto Juárez Córdoba
Septiembre 19, 2022
Justicia a los asesinados, protección a los amenazados, garantías a todos los periodistas. No es politiquería, que cesen señalamientos y descalificaciones desde el poder y desde donde sea, respeto a la libertad de expresión y tolerancia a la crítica.
EN SAN LUIS POTOSÍ, se sintió el temblor y evacuaron muchos, se dijo en una charla placera. Que evacuaran es natural, por el susto, pues aquí no estamos acostumbrados a los terremotos, comentó alguien. No, le aclararon, evacuaron muchos edificios, como medida de prevención. El caso es que el 19 de septiembre ya se convirtió en una fecha que pone a temblar a muchos, por los peligros que entraña un sismo. Un 19 de septiembre, de 1985, ocurrió el temblor que afectó principalmente la Ciudad de México. Ese sismo fue una gran tragedia, pero dejó ver la capacidad de organización y solidaridad de la sociedad y provocó un cambio en la cultura de la protección civil. Aunque los expertos dicen que son escasas las probabilidades de que un sismo ocurra en la misma fecha, otro 19 de septiembre, de 2017, la capital del país volvió a sacudirse, con grandes daños otra vez. Como por casualidades no paramos, este 2022, el 19 de septiembre, otro temblor se presentó. En esta ocasión los daños son mínimos, según los reportes oficiales y la información de los medios y redes sociales.
CIRCULÓ UNA ESTADÍSTICA que afirma que la posibilidad de que tres sismos de más de 7 grados se repitan en la misma fecha es de 0.000751 por ciento, serán cálculos muy estudiados, pero en México ya ocurrió, y no solo eso, en septiembre, pero el día 7, también hay registros de otros 2 temblores, en 2017 y en 2021, de ese nivel. Pasado el susto, la gente está tomando las cosas con el característico humor mexicano y ya hay chistes y memes de todo tipo. Desde los que dicen que por algo septiembre es el mes del testamento, hasta los que proponen que septiembre sea declarado Mes del Temblor, o que, el 19, sea reconocido como el Día de San Goloteo. En la Mañanera, afirman, se va a decir que los temblores son culpa de los gobiernos neoliberales, porque el de 1985 fue con Miguel de la Madrid; con Salinas, Cedillo, Fox y Calderón, no hubo de ese alcance, pero con Peña Nieto se reactivaron, en 2017, para que, cuando llegara López Obrador, le tocara a la 4T lidiar con los terremotos y sus consecuencias. Para empezar, a 5 años de los del 2017, todavía hay damnificados exigiendo las casas y apoyos que les prometieron, prometió el gobierno de Peña y le exigen al de AMLO. Que cuando se reportó que había un movimiento telúrico, lo primero que se dijo en la presidencia es que seguramente eran fifís queriendo recuperar los privilegios perdidos. Lo bueno, ya con seriedad, es que no hay daños mayores, lamentablemente la caída de una barda provocó la muerte de una persona, pero al parecer eso fue todo.
DONDE HAY OTRO TIPO de temblores es en algunas regiones. En la huasteca, en Tamazunchale, hace tiempo surgió un movimiento político encabezado por Baldemar Orta López, llamado Sentik, vocablo náhuatl que significa juntos. Juntos por Tamazunchale, era el mensaje. El movimiento tenía fuerza y su militancia oscilaba entre el PRI y Nueva Alianza, por el origen magisterial de muchos de ellos. Tuvieron la presidencia municipal tres periodos consecutivos, Baldemar, Octavio Rivera, y otra vez Baldemar. Siguió, Juan Antonio Costa, que no era de ese grupo y, en las pasadas elecciones, Baldemar, otra vez, fue candidato, por la Alianza Si por San Luis, pero perdió. El grupo anunció que seguirían trabajando, en mayo, presentaron una dirigencia y anunciaron planes de trabajo. En agosto, Balde, sorpresivamente fue nombrado coordinador regional del PT, en lo que algunos consideraron que sería un repunte de Sentik. Hace unos días se produjo el sismo, la directiva que había sido presentada, anunció su renuncia, por las decisiones arbitrarias que ha tomado Baldemar Orta, sin tomarlos en cuenta para nada. Juntos, dicen algunos, se desjuntó, y Sentik pasó a ser Xelojtoke, que es algo así como desunidos. Se asegura que el grupo seguirá trabajando, pero ya no en balde, lo que hagan ahora será para ellos, no que antes todo o la mayor parte de lo que conseguían se lo quedaba su dirigente.
EN EL ÁMBITO MUNICIPAL, viene la temporada de temblorinas, la de los informes de los alcaldes, que son en la segunda quincena de septiembre. Por ley, es un informe por escrito, que se entrega en sesión solemne de cabildo y ya, pero se aprovecha para hacer un acto público en el que hay que presumir lo que se hizo y recibir aplausos de los simpatizantes, colaboradores y amigos. Eso es la parte bonita, la temblorina surge cuando los críticos y opositores deciden aprovechar la ocasión para ponerlos en evidencia y darles una buena sacudida. Es el primer informe que van a rendir los señores alcaldes actuales y se espera que cumplan llevando a fiesta en paz. Los informes son una manera, también, de rendir cuentas a la ciudadanía. NOSOTROS DECIMOS:
Muchas personas atentas
Esperan esos momentos,
Pero muchos, en vez de cuentas,
¡Les salen con puros cuentos!