Toño Martínez
Uno de las peores calamidades que estamos enfrentando por la cantidad de información falsa, ligera, distorsionada que es la infoxicacion o infodemia que, junto con gobiernos populistas e incultos están destruyendo culturas, ritos, tradiciones y costumbres de pueblos originarios como es Xantolo, la ceremonia sagrada llena de misticismo, con el argumento estúpido de darlos a conocer al mundo.
Encomiable que así fuera porque si hay un país con una herencia cultural ancestral extraordinaria repleta de legados culturales, existenciales científicos y artísticos es México.
Xantolo no es solamente un ritual colorido por sus flores, danzas, simbolismos, gastronomía, velas, rezos, aromas, incienso y cantos -que se diferencian dependiendo de cada pueblo-; tampoco se reduce al recordatorio del círculo de la vida, nacimiento y muerte o la comunicación con espíritus de seres queridos fallecidos que ya de por sí están llenos de preguntas enigmáticas, no, Xantolo es una parte angular de la cosmogonía de esas sociedades primeras profundamente ligadas al contexto universal, estrechamente relacionadas con la naturaleza, cielo, tierra, agua fuego, viento, que comprendían la vinculación humana con el todo y que viene de la pre existencia, del caos al orden.
Siglos de reflexión, observación, razonamiento fueron construyendo las creencias, comportamiento, respeto, conexión del ser humano con todo.
Es de ese crisol que con modelos diversos las culturas tradicionales fueron construyendo la visión de la vida espiritual es decir que moría el cuerpo pero no la esencia y había que honrar a los difuntos en determinadas fechas para comunicarse con ellos descendiendo del Mictlán nombrado así por los mexicas y otras culturas, el Kay pacha de los Incas o el Abio para los Celtas por citar algunos.
Por todo ello es que Xantolo o Día Muertos en México debe ser conservado y respetado por su significado tal como lo siguen haciendo en nuestras comunidades indigenas.No es circo, no es un elemento para producir riqueza económica como lo utilizan los gobiernos ni se justifica modificarlo para entretenimiento ni concursos del Altar de Muertos más bonitos o tradicionales, o las comparsas más vistosas no místicas.
Tampoco es tomarlo de pretextos para borracheras.Es bueno que se difunda pero déjenlo en el universo de los pueblos indígenas, respetemos -y esto va también para infinidad de comunicadores de medios- que no se informan y comentan con ligereza esta fiesta sagrada.
El colmo es que en ese extravío cultural, ahora hasta cubren a los perros con signos de Xantolo que alcanza niveles de oscurantismo y eso habla de la degradación no evolución, de gran parte de nuestra sociedad hacia nuestra identidad.