Miguel Ángel Guerrero Arriaga
Abril 02, 2020
Finalmente, sí salió este miércoles humo blanco de las chimeneas universitarias y se eligió como nuevo rector de la UASLP al doctor Alejandro Zermeño, previa renuncia del saliente Manuel Fermín Villar Rubio a su derecho no escrito de imponer al sucesor como se había venido haciendo desde hace varias décadas para dar paso a que por primera vez en la historia de la institución se realizara un proceso democrático en el que con el voto directo de los miembros del Consejo Directivo Universitario se eligiera al nuevo método que, sin duda llegó para quedarse, pues difícilmente se podrá acudir al antiguo procedimiento de que el rector prácticamente impusiera a su heredero.
De ese modo, Zermeño pudo ganarse la simpatía de los miembros del CDU y Villar desistió –como parecía que ocurriría- de imponer a la maestra Dolores Lastras como su sucesora lo que ahorita tendría a la Universidad envuelta en un colosal escándalo que no habría ido más allá pues la UASLP no registra condiciones como para que algún conflicto quebrante la tranquilidad que viene observando desde hace varios años, lo que, según unos consejeros el saliente no se atrevió a hacer por temor a la escandalera que habría desatado la imposición de la que venía fungiendo como su secretaria académica lo que también terminó por dejar fuera de la jugada a Anuar Kasis luego de largos meses de lucir la etiqueta de favorito para la sucesión de la rectoría.
Así entonces, a partir de esta fecha, ya solo quedará para el recuerdo el derecho no oficial del rector de dejar sucesor, como igualmente pasará a ser un referente apenas recordado por los memoriosos el tiempo en que desde el centro patronal se perfilaba al que sería instalado al frente de la rectoría de la Universidad pues en adelante seguramente la comunidad universitaria no permitirá que la elección del nuevo rector surja de un método diferente al democrático en que se fincó la llegada del doctor Zermeño, ojalá sea para bien de la institución.
CABOS SUELTOS
Familiares de adultos mayores internados en la casa de descanso La moraleja manifestaron su inquietud porque sin mayores explicaciones los directivos les notificaron que a partir del próximo viernes serán desalojados aunque varios de los alarmados abrigan temores de que lo harán porque fueron contagiados por coronavirus por lo que exigen que se aclaren las reales causas por las que pretenden desalojarlos y que las autoridades de salud revisen las condiciones físicas de los internos y que los directivos expliquen abiertamente en que se basan para tomar una decisión de ese tamaño, servidos.