Desde el IPICYT, jóvenes de todo el país se capacitan para usar supercómputo en la solución de uno de los problemas ambientales más urgentes: la contaminación del agua.

La escuela reúne a 32 estudiantes de distintas disciplinas y estados del país con el objetivo de formar talento especializado en el uso de simulaciones computacionales aplicadas al medio ambiente.

Con las simulaciones, los estudiantes pueden explorar múltiples combinaciones de materiales y condiciones sin gastar recursos económicos en laboratorios. Es una forma eficiente de predecir resultados antes de llevarlos a la práctica.

La Escuela Nacional de Supercómputo (ENS) para la Remoción de Contaminantes del Agua, que se lleva a cabo en el Instituto Potosino de Investigación Científica y Tecnológica (IPICYT) celebra su segunda edición en 2025, reuniendo a 32 estudiantes de distintas disciplinas y estados del país con el objetivo de formar talento especializado en el uso de simulaciones computacionales aplicadas al medio ambiente.

El doctor Daniel Ignacio Salgado Blanco, investigador por México y coordinador académico del Centro Nacional de Supercómputo (CNS), explicó que esta escuela forma parte de un proyecto impulsado por el CNS, liderado por el Mtro. Juan Carlos Rosas Cabrera. El especialista añadió que la propuesta académica prevé tres escalas para abordar este problema ambiental: la escala nanométrica, utilizando mecánica cuántica; la microscópica, con dinámica molecular clásica; y la macroscópica, por medio del método de elementos finitos. Estas herramientas permiten estudiar cómo interactúan materiales y contaminantes sin necesidad de realizar experimentos físicos costosos o prolongados.

“Con las simulaciones, los estudiantes pueden explorar múltiples combinaciones de materiales y condiciones sin gastar recursos económicos en laboratorios. Es una forma eficiente de predecir resultados antes de llevarlos a la práctica”, comentó Salgado Blanco.

Por su parte el Dr. Sinhué López Moreno, codirector de la ENS para la Remoción de Contaminantes en el Agua, indicó que se incorpora el uso de inteligencia artificial para optimizar el análisis de los datos obtenidos por simulación. “Una vez que tienes muchos resultados, es complicado encontrar patrones relevantes. La IA puede ayudarte a identificar relaciones entre variables y mejorar tus simulaciones de forma significativa”, señaló.

Este año, la escuela cuenta con treinta y dos participantes, todos ellos becados, provenientes de dieciséis estados de la republica mexicana, incluyendo San Luis Potosí. Con una mayor concentración de estados del centro del país. Mientras que, de San Luis Potosí, los participantes provienen de la Universidad Autónoma de San Luís Potosí, del Tecnológico Nacional de México Campus Ciudad Valles y del IPICYT. El perfil de los asistentes es multidisciplinario: física, química, nanociencias, biología, entre otras carreras.

La planta docente que imparte las diversas actividades que forman parte de esta escuela también destaca por su diversidad y experiencia. Entre los ponentes se encuentran el Dr. Héctor Domínguez Castro, investigador de la UNAM; el Dr. Guillermo Iván Guerrero García, investigador de la UASLP y la Dra. Pricila Romero Vázquez, investigadora de la Universidad de Puebla, quienes imparten talleres enfocados en distintas técnicas de simulación.

Al cierre del programa, los participantes desarrollarán un producto concreto, cómo, por ejemplo, una simulación de cómo los surfactantes, así como las moléculas presentes en jabones, encapsulan contaminantes en el agua. “Queremos que los alumnos entiendan el proceso desde la teoría hasta una primera aproximación práctica. No se trata de un gran proyecto final, pero sí de un punto de partida para quienes quieran especializarse en este tipo de investigación”, finalizó el Dr. Salgado Blanco.