Divorcios llenan de trabajo a los  abogados; están desbordados

Hasta «La Rosa de Guadalupe» influye en el rompimiento de parejas: Lic. Jesús Sierra Acuña.

Toño Martínez  

En la degradación del matrimonio, fenómeno que pone en riesgo la existencia de la familia que es la  célula fundamental de la sociedad humana, influye no solo la pérdida de valores religiosos,  legales y económicos sino también en el poco respeto a esa institución que propician entre otros, programas masivos en medios de información como la «Rosa de Guadalupe» en la  televisión, lleno de falsedades e ideas equivocadas, donde los divorcios son desestimados en sus consecuencias nocivas para parejas y principalmente los hijos. 

De paso, señaló el abogado Jesús Sierra  Acuña, el divorcio está convertido en un  negocio productivo para los litigantes por la abundancia de demandas que reciben  promovidos en un porcentaje de tres a uno por mujeres que buscan su asesoría para separarse. 

“El rompimiento matrimonial incrementó también por la profusión del incausamiento, es decir que el divorcio puede solicitarse sin que lo motive una causa determinada sino porque  la  pareja o uno de ellos ya no quiera permanecer casado”, explicó Sierra Acuña. 

Divorciar una pareja tiene un costo económico de entre 6 mil a 15 mil pesos y se dan casos en los que muchas mujeres suponen que separándose legalmente pueden exprimir dinero a los maridos y  viceversa. 

Esto da lugar a casos como el de un sujeto de esos sin oficio ni beneficio que se divorció y obtuvo que le asignarán un 30% de los ingresos de ella. 

Para cualquiera puede considerarse como un despojo, pero desde la reforma al  Código de Procedimientos Civiles no se contempla así y establece la obligación de conceder pensión  alimenticia  de una u otra parte en la medida de sus posibilidades. 

Bajo este contexto si el papá divorciado  no tiene empleo ni ingreso fijo, el abogado recurre a la vía del árbol genealógico y se va sobre los suegros pues los hijos no pueden quedarse sin esa protección. 

Es muy frecuente, dijo Sierra Acuña, que haya quienes usan a sus hijos para chantajear al contrario y eso los afecta emocionalmente. 

El litigante abordó el tema a partir de la declaración del sacerdote de la iglesia católica Cecilio Esparza, quien calificó de muy preocupante el tema matrimonial, ya que en dos años solo hubo  5 bodas  pero 160 se divorciaron  en el municipio de Tamazunchale. 

Total, refirió Jesús Sierra Acuña, vivimos un problema muy complejo, por la oleada de rompimiento de familias a causa de  divorcios, y el efecto que tiene y tendrá para futuras generaciones.