¿DÓNDE QUEDÓ ESE FARO DE MORALIDAD QUE PRESUMÍA?

Por: Alma Gutiérrez Ibarra

Marzo 14, 2019

La elección de Yasmín Esquivel Mossa como Ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación por los próximos 15 años es una contradicción más del gobierno que preside Andrés Manuel López Obrador.

Los mexicanos, aún aquellos que votaron por él, debemos tener memoria y recordar el tweet del 25 de abril del 2015 cuando, palabras textuales, el ahora presidente escribió: “Que nunca se permita el amiguismo, el influyentismo y nepotismo, ninguna de esas lacras de la política. MORENA debe ser faro de moralidad”.

Así escrito, debemos ser ingenuos para pensar que el interés real de AMLO está en mantener sus promesas: su compromiso está con sus amigos, sus lealtades y sus asesores favoritos como el ingeniero José María Riobóo, quien casualmente es marido de la ministra recién electa.

Para mala fortuna de Esquivel Mossa ni su currículum como abogada a lo largo de varios años en los que incursionó en distintas esferas de forma destacada, la salvan de la suspicacia que se generó desde que se le incluyó en la terna enviada al Senado por el Poder Ejecutivo. Proceso que terminó con su designación el pasado 12 de marzo.

Si aún no quedara clara la relación AMLO-Riobóo, basta mencionar que como jefe de Gobierno del DF lo favoreció del 2002 al 2005, con 4 adjudicaciones directas en obras por 171 millones de pesos, las cuales se desarrollaron dentro del desarrollo y construcción del segundo piso del Anillo Periférico, Viaducto y otros proyectos viales.

Años más tarde, de 2006 al 2012 bajo el mando de Marcelo Ebrard en la CDMX, la misma empresa constructora Riobóo ganó la licitación para ampliar la ruta del metrobús en Avenida Insurgentes para instalar 8 estaciones con un costo total de 13 millones de pesos. La cereza del pastel es la reunión del pasado 18 de junio del 2018, entre AMLO y Riobóo, el ingeniero es uno de los que elaboró el Plan maestro del Aeropuerto Internacional Santa Lucía (AISL) que se construirá en lugar del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) en Texcoco.

¿Dónde quedó ese faro de moralidad que presumía?, ¿entre la abogacía mexicana, solo el currículum de Yasmín Esquivel Mossa alcanzaba esa terna? ¿No es aplicar las mismas acciones de las elites que él criticó?

No, es claro que el pueblo bueno no es lo que le interesa, lo que AMLO quiere es desplazar a una élite para colocar a otra nueva. Así que no, no le interesan los pobres, porque les da para que se mantengan en el mismo nivel de pobreza y no hay ninguna estrategia de movilidad social. Tampoco le interesa erradicar la corrupción, si no, en primer lugar, no hubiera puesto a Manuel Bartlett al frente de la Comisión Federal de Electricidad

El escenario que veo es crear un gobierno sin contrapesos, los cuales son muy necesarios en esta democracia aún en crecimiento, desgraciadamente desea imponer su visión de cómo deben ser las cosas con el respaldo de toda la gerontocracia que colocó en las cúpulas gubernamentales y que tienen una visión de nostalgia rancia e inválida en un mundo que demanda interconexiones globales. Como mexicanos, creo que nadie deseamos que al gobierno le vaya mal, lo que deseamos es que cumpla sus promesas de campaña, tal como lo acordó y que asuma los costos políticos que eso implica.