Filiberto Juárez Córdoba
Junio 07, 2025
¡MIRE NOMÁS, QUÉ COSAS! La diputada Jessica Gabriela López Torres, propone que estudiantes de la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, realicen su servicio social en el Congreso del Estado, para fortalecer a la casa de estudios y crear un semillero parlamentario o legislativo, con posibilidades de que sean, en el futuro, asesores o legisladores. A lo mejor la diputada no lo sabe pero, desde siempre, estudiantes de las facultades de la UASLP, no solo de Derecho, han hecho su servicio social en el Poder Legislativo del Estado, al igual que en otros poderes e instituciones públicas. Que eso constituya un semillero parlamentario o legislativo es muy relativo, los legisladores son nombrados por la vía de la elección popular y a propuesta de los partidos políticos. Muchos profesionistas hay en las diversas actividades que se desarrollan en el Congreso, funcionarios, auxiliares y asesores que requieren perfiles académicos, pero no solo de abogados, también de otras especialidades técnicas y administrativas, por lo que un semillero únicamente de estudiantes de derecho, estaría muy limitado. Otro problema sería que, habiendo muchas semillas, dónde las van a sembrar, las parcelas de las nóminas no darían para tanto, de por si están saturadas y los diputados siempre luchan por no soltar el puesto. Otra observación, hablar de fortalecer solo a la UASLP, sería discriminatorio, pues no es la única institución formadora de abogados y todas deben ser tomadas en cuenta. Una propuesta más simple y concreta, nos comentaron, es que a los estudiantes que prestan su servicio social en el Congreso o con los diputados, les den una retribución o compensación justa, que les ayude para los gastos de sus estudios, porque a veces no les dan ni para semillas o el camión. Cuando se escuchó lo de crear un semillero legislativo o parlamentario con estudiantes de derecho, de inmediato se escuchó un comentario: no los perviertan, ellos quieren estudiar derecho y todo lo que llega ahí se enchueca o lo enchuecan.
ANDYLI, PUES, que no le digan en la esquina, bueno, y en cualquier otro lado, Andy. Eso dice el secretario de organización del Movimiento Nacional de Regeneración Nacional, MORENA, hijo de Andrés Manuel López Obrador. El junior del ex presidente manifestó su disgusto porque lo nombren Andy, como siempre lo han nombrado. “Yo me llamo Andrés Manuel López Beltrán y mi más grande orgullo es llamarme como el mejor presidente que ha tenido este país. El llamarme Andy, es demeritar eso, quitarme ese legado, quitarme ese nombre”. Lo del mejor presidente que ha tenido este país, dejémoslo como una expresión de afecto filial, como la visión maternal de la zorra, que andaba preguntando por el guapérrimo de su hijo y el zorrezno resultó ser un raposo esquelético y bastante maltratado por eso nadie la daba razón y no fructificaba su búsqueda.
DECÍAMOS, EL SEÑOR al que siempre le han dicho, familiares y amigos, Andy, ahora no quiere que le digan así, porque quiere que tengan claro de quién es hijo. Que por el nombre le den el trato y privilegios del progenitor. Quiere valer no por lo que él es, sino por lo que su padre fue, reclamando, como cualquier pretencioso derechista neoliberal, aunque se diga de izquierda, su derecho dinástico. En el concepto tradicional, la dinastía eran las familias en cuyos individuos se perpetuaba el poder o la influencia política, económica, cultural, etcétera, obviamente esto sucedía o sucede aún, en aquellos países donde la democracia no es la vía legítima para llegar al poder. Resulta curioso que se reclame la alcurnia, la prosapia, la estirpe, el abolengo, y todo lo que conlleva el ser hijo de alguien o algo, en un país donde la presidenta y jefa política –se supone- de su partido, está impulsando una ley contra el nepotismo, es decir, en el término actualizado y ampliado, que el poder no pase de manera directa, no se herede, a los familiares cercanos de quien termina un periodo constitucionalmente establecido. Más cuando el partido del que el señor López Beltrán, que reclama ser el cachorro de la 4T-, es el secretario de organización, es el mismo que el de la presidenta anti nepotista.
LA GENTE DE CAMPO solía decir que hay dos tipos de hijos, los que sueñan y luchan por ser independientes, valerse por sí mismos, demostrar lo que ellos son y lo que pueden lograr, incluso convertirse en apoyos o sostén de sus padres; y los que quieren estar siempre sostenidos por ellos, bajo su sombra y protección. Los que tienen miedo a crecer y ser autosuficientes, por las responsabilidades que eso conlleva. En el palique campirano se condensa esta situación con unos ingeniosos versos, con los que, NOSOTROS DECIMOS:
Pobrecito del cabrito
Que murió de indecisión,
Prefirió morir chiquito,
¡Que llegar a ser… papá
!adiestraysiniestra_3@hotmail.com
adiestraysiniestra@yahoo.com.mx
X @FJuarezC