Economía Regional no Debe ya Girar en Torno al Monocultivo de la Caña.

Necesario que el Gobierno fortalezca otras acciones productivas.

Toño Martínez

Confiar a  que la economía regional  de la Huasteca dependa de un monocultivo como es la caña es un error que debe enmendarse para dejar de temblar cad vez que producción baje como sucede desde hace varios años a causa de la sequia, y es momento  de rediseñar políticas para diversificar el potencial agropecuario de la zona.

Para el profesor Adalberto Trejo Azuara, ganadero y citricultor la vocación natural de la Huasteca ofrece un campo muy amplio para cultivos y ganadería mayor y menor, que genera empleo y riqueza, pero tal parece que pesa más el interés político que el económico desde que los gobiernos se dedicaron a impulsar la siembra de caña en el área geográfica de Valles, Tamasopo, Tamuín, Tanlajás, El Naranjo, San Vicente y es al sector al que mayor apoyo le dan.

Trejo Azuara aclaró que no es que están contra la producción de caña, sino de la urgencia por razones alimentarias, económicas y protección  del medio ambiente que expertos han coincidido en señalar a actividades relacionadas con la gramínea como coadyuvantes al cambio climático.

La ganadería de vacunos por ejemplo fue la actividad preponderante que en el siglo pasado generaba empleo directo e indirecto a la región Huasteca casi equiparable al de la caña; con la ventaja del valor agregado a través de la amplia gama de subproductos como la la leche, queso, mantequilla, yogurt natural (jocoque), requesón  crema, la piel y otras más.

En tono chusco Trejo Azuara dijo «del la vaca se obtenían muchos alimentos y de la caña ni modo que pongamos en el plato de comida un cañote».

Pero no solo en ganado la Huasteca es generosa sino que puede producir hortaliza, fruta, café, naranja, limón y tiene capacidad para las frutas exóticas de gran demanda en mercados internacionales. Pero, agregó, estos sectores fueron abandonados por los programas oficiales y fueron decayendo. Ahora buscan impulsar el turismo y no es malo, pero trae sus riesgos para la naturaleza.

Plagas, enfermedades, restricciones comerciales y haste la delincuencia como el abigeato  influyeron para  que hoy la producción primaria  sea actividad apenas para la supervivencia. Expresó que los huastecos no piden nada regalado, solo la inclusión en financiamiento con intereses baratos y que sean reforzados con los comités de sanidad vegetal y animal para atacar plagas, que el mejoramiento de caminos pase de las palabras a los hechos y que el gobierno deje de  ver al Huasteco como ciudadano de segunda.