La egresada de la Licenciatura en Ciencias Ambientales y Salud de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP), licenciada Viridiana Castañeda Martínez, realizó su tesis titulada “Hábitos de consumo y conocimientos sobre ambiente obesogénico en estudiantes universitarios del área de salud. Estudio piloto”, con la que obtuvo su grado universitario.
En entrevista, comentó que al ingresar a la Universidad se vive un periodo de independencia en el que cambian los horarios y se modifican las actividades cotidianas. Bajo este panorama, advirtió que con el tiempo muchos estudiantes dejan de lado hábitos esenciales y actividades extracurriculares, lo que genera un impacto personal al alterarse la dieta y los horarios de comida.
A partir de esta experiencia, surgió en ella la inquietud de encontrar una forma de mejorar o monitorear dicha situación. Por ello, orientó su tesis a la aplicación de un cuestionario de 24 preguntas dirigido a estudiantes de las carreras de Ciencias Ambientales y Salud, Ingeniería en Alimentos y Nutrición.
El cuestionario, de opción múltiple, contempló en sus primeras 12 preguntas aspectos relacionados con el consumo de comida chatarra, el tipo de agua utilizada para preparar alimentos y la manera en que estos se transportan. La segunda parte se enfocó en el nivel de conocimiento sobre la obesidad en México y sobre los contaminantes obesogénicos.
Al respecto, Viridiana Castañeda Martínez explicó que los contaminantes obesogénicos tienen la capacidad de modificar el sistema endocrino. Su estudio se enfocó en el arsénico y los microplásticos, sustancias asociadas con enfermedades como diabetes, síndrome metabólico y aumento de peso. Señaló que los microplásticos están presentes en empaques de alimentos y que, aunque en México existe normativa para regularlos, en el caso del arsénico solo se contempla su presencia en el agua.
“El microplástico puede encontrarse en botellas de agua embotellada y en artículos desechables como cubiertos; por eso es importante no reutilizarlos. Se les preguntó a los estudiantes en qué transportaban el agua para consumo personal, y se les invitó a usar termos y evitar envases de plástico”.
El eje central del trabajo fue ofrecer recomendaciones, especialmente a la comunidad estudiantil, sobre la importancia de preparar alimentos en casa, reducir el uso de microplásticos y preferir el consumo de agua en termos. “Debemos tener disciplina en la organización de los alimentos, considerar las elevadas cifras de obesidad en México y, sobre todo, conocer los contaminantes obesogénicos”, añadió.