Miguel Ángel Guerrero Arriaga
Abril 15, 2022
Además de las elecciones presidenciales que se realizarán el 2024, en territorio potosino deberán celebrarse los comicios para elegir a los diputados locales que integrarán la siguiente legislatura local pues la actual concluirá su periodo misma que está por verse si termina cargando el tradicional calificativo que se han llevado las tres o cuatro anteriores de ser “ la peor de la historia” lo que podría lograr si no aprieta el trabajo con el fin de hacer algo trascendental que le permita evitarlo.
Aunque los partidos políticos necesariamente postularán a sus candidatos de mayoría relativa, queda claro que por el desdén que normalmente merece a los electores la elección de los legisladores por esta vía, la lucha al interior de los institutos político se enfocará a la obtención de las candidaturas plurinominales toda vez que será sumamente complicado que los postulados lleguen por el voto directo, habida cuenta que los partidos continúan siendo considerados como las instituciones mayormente repudiadas y desprestigiadas tanto a nivel estatal como nacional y vistas como las cuevas de Alí Babá con sus respectivos 40 ladrones como pareciera que se empeñan en hacerlos ver sus directivos siempre en pugna por el manejo de sus correspondientes presupuestos y su poca o nula vocación por la transparencia y la rendición de cuentas.
En este contexto seguramente que habrá pocos miembros o simpatizantes deseos de una candidatura de mayoría relativa pues ninguno de los partidos puede ufanarse de contar con la fuerza suficiente como para asegurar la victoria a alguno de sus futuros nominados como tampoco es dable pensar que sus dirigencias contemplen abrirles la chequera partidista para que hagan campañas en todo lo alto.
Por supuesto, lógicamente que los directivos estatales de los partidos se reservarán las candidaturas plurinominales para ellos pues son épocas idóneas para alcanzar una diputación con la ventaja de no tener que hacer campañas electorales.
Así entonces, es seguro que aquellos militantes que puedan ser vistos como candidatos en algún distrito local ni siquiera querrán tocar el tema por lo que tendrán que ser convencidos para que acepten serlo pues de otro modo prácticamente les equivaldría a ir a la guerra sin fusil.
CABOS SUELTOS
La gente ya está hasta la coronilla de las organizaciones que chantajean con bloqueos de calles o avenidas en buscas de obtener privilegios o prebendas del gobierno como lo hicieron los sindicatos de burócratas y del mpl previo a la procesión del silencio lo que ya amerita que se legisle en definitiva sobre las marchas y plantones toda vez que solo su regulación se presenta como una solución a los problemas que ocasionan al realizarlas cuando y dónde se les antoje.
