El 90% de chiflados tras un cargo de elección, son una vacilada

Toño Martínez

Octubre 27, 2020

A caído tan bajo la calidad aspirantes a un cargo de elección popular en el estado para el 2021, que sin temor a equivocarme el 90% son una auténtica broma de mal gusto, un chiste malo que lejos de contribuir a generar certidumbre entre una ciudadanía abatida por toda clase de turbulencias, aumenta el desconcierto y ahuyenta las ganas de participar en política.

Contribuyen a esta degradación de la actividad política el lado oscuro de las redes sociales, que forjan desde cúmulos de paginitas web que se ostentan como periódicos digitales   sin cumplir el mínimo perfil periodístico ni ético y por ello promueven a personajes casi sacados de una película de Tarantino, como ofertas a Gobernador, Diputados federales, locales y presidentes municipales.

Y esa red de redes, la Internet, permite también que cualquier acelerado, de esos que ven la política como un medio de alcanzar poder y hacerse ricos pero con ignorancia espantosa sobre la enorme responsabilidad que implica para la vida de la sociedad, se autopromuevan con imágenes fingidas.

¿Cómo salir de ese batidillo de política insalubre con «precandidatos» sin sentido?

Algunos tips para pulverizarlos y permitir que tengamos acceso a candidatos íntegros, sólidos y serios como una opción válida para los espacios políticos del 2021, es sacudirnos la somnolencia que nos provocaron los partidos de siempre y peor el de ahora, (léase PRI, PAN, PRD y MORENA) cegando con sus peroratas la capacidad de pensar y analizar para elegir, y actuar .

Primero, cuidarnos de campañas de mercadotecnia que pinten a personajes grises como sabios; revisar la experiencia en gestoría gubernamental o tareas de participación social; su estilo de vida, su familia, amistades, de qué personas se rodean pues podrían formar parte de su gobierno; cuál es su filosofía de vida y sus valores.

Un aspecto crucial a saber es la cercanía que el candidato tenga con la gente de su estado, distrito o municipio.

Habrá que evaluar resultados que haya tenido si ya ha desempeñado cargos de elección; poner atención en su plataforma política, sus propuestas para establecer si son viables o solo quedarían como promesas al calor de campañas.

Se trata de tomar decisiones muy claras, bien direccionadas a la hora de votar para ya no equivocarnos encumbrando a farsantes que pervierten y atrasan el derecho a tener una vida mejor.