Filiberto Juárez Córdoba
Enero 29, 2021
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EL BURRO HABLANDO de orejas, dijo, alguien cuando oyó que el secretario general del Partido Verde, Jesús Emmanuel Ramos, el diputado federal, Francisco Elizondo, y la senadora, Leonor Noyola, anunciaron que presentarán una denuncia en contra de la representante del gobierno del estado en la zona media, Rosa María Huerta, por la entrega de despensas en municipios de esa región, a beneficiarios de programas sociales, a cambio de sus credenciales de elector.
También acusan a la presidente del CEEPAC, Laura Elena Fonseca Leal, de ser omisa ante las quejas presentadas por su partido, por lo que tienen la intención de pedirle al INE que atraiga la elección, para que el proceso electoral se lleve a cabo con piso parejo y de manera transparente y justa. Como ejemplo dan que a Xavier Nava se le dieron 24 horas para que despintara su propaganda y no lo ha hecho y no ha sido sancionado. Según los del Verde, se están cometiendo delitos que incluso deben ser castigados con privación de la libertad. Pues si piden piso parejo y castigo para todos los que reparten cosas y piden credenciales, así como los que pintan bardas, al rato en vez de piso parejo les van a faltar muros, pero en las cárceles porque todos los políticos, incluidos los verdes, los morenos, pintos y de todos los colores, hacen cosas muy parecidas, sólo que lo que en unos es una muestra de la forma en que se quiere ayudar al pueblo, en los adversarios es la nefasta compra de votos. Todo según el color del partido al que se pertenezca.
EN EL CASO de Rosa María Huerta, ya la funcionaria estatal ha dicho que ella sólo ha estado entregando, como debe ser, los apoyos de los programas a su cargo. Claridosa como es, en sus redes sociales manifestó que responderá las acusaciones pero que también contestará los insultos con insultos, si es necesario. Sostiene que está haciendo su trabajo y que el programa alimentario Mano a Mano no se condiciona ni es para afiliar a ningún partido pero, administrativamente, el programa requiere la firma y la copia de INE para comprobación. Efectivamente hay fotos en Facebook de la funcionaria repartiendo las despensas en los municipios de la zona media, que van en cajas rotuladas con los logotipos del gobierno del estado y la leyenda Mano a Mano. En una de las fotografías, aparece entregando una despensa a una señora mayor que pone su bolsa para llevársela en ella. Alguien, en un comentario, señala que la bolsa es verde, precisamente de las que ha obsequiado el partido de ese color, y la respuesta de Rosa María Huerta es, “por supuesto y solo destacar que no se condiciona el apoyo, aquí no vemos colores, solo vemos la necesidad”. Esto apenas empieza, los dimes y diretes van a estar a la orden del día, pero en este caso van a tener que aguantar serias reviradas, porque la señora no es nada dejada y ya dijo que va a contestar como sea necesario.
EL QUE SEGURAMENTE va a tener que aguantar también una andanada de reviradas, es el antropólogo, Joaquín Muñoz Mendoza, por un comentario que hizo sobre una de las precandidatas del MORENA, en el que asegura que confunde el carisma con otra cosa. Si en el mensaje original no menciona el nombre, en otras conversaciones si dice a quien se refiere y que no le importa que le digan misógino y lo señalen. Lamentable el asunto, y seguramente muchas se lamentarán por eso, porque el señor no pertenece ya a ese partido. Fue su candidato, con muy pobres resultados y luego renunció por discrepancias con la dirigencia estatal. La expresión es agresiva y constituye de algún modo violencia política. Queremos buen nivel de debate y muchas voces exigen que para evitar los desfiguros y desplantes que han caracterizado a un sector de la clase política, se exija que los que participan tengan estudios profesionales. Muñoz Mendoza, tiene doctorado y se presume que reconocido nivel en su desempeño pues ha sido funcionario federal y encabezado instituciones académicas y con lo que ha salido en sus aventuras políticas indica que los grados no siempre hacen diferente al individuo.
HACE AÑOS HABÍA en las boletas electorales un renglón que decía, “candidato no registrado” Ahí, libremente, el ciudadano podía anotar el nombre de quien quisiera que ocupara el puesto, si ninguno de los que habían registrado los partidos le gustaba. A manera de broma mucha gente ponía nombres de figuras del espectáculo, así en diversas elecciones, salieron votos a favor de Cantinflas, el Santo, Capulina, y diversos personajes de ese tipo. Los aludidos se sentían complacidos pero tomaban con seriedad su profesión y no se interesaban por ser postulados realmente en una elección. Ahora no son los ciudadanos los de la broma, son los dirigentes de los partidos políticos los que están apuntando famosos como candidatos de verdad, en un ejercicio en el que parece que no se toman en serio lo que son. Claro que todo ciudadano tiene derecho a votar y ser votado, y si quieren participar cantantes, cómicos, deportistas, etcétera, pueden hacerlo, pero en este caso, más que una espontánea decisión de ellos, parece que se quiere aprovechar su fama para jalar votos. En elecciones pasadas se comentó que había partidos pequeños que contrataban por una temporada a determinados personajes de la farándula, para promocionar las campañas o incluso para hacer el papel de candidatos o candidatas. El objetivo era conseguir votos, más que para ganar la elección para hacer el porcentaje necesario para conservar el registro. Si alguien llegara a ganar, ya le dirían qué hacer, al cabo los cantantes, actores y deportistas decían, saben trabajar con guiones y libretos y seguir las indicaciones de sus directores o entrenadores. Nos acordamos de eso ahora que anunciaron que Paquita la del Barrio, será candidata a diputada, de Movimiento Ciudadano, por un distrito de Veracruz, y ella dijo que no sabe de política, pero si gana, hay gente atrás de ella que le dirá qué hacer. Más claro ni el agua, la gran pregunta es, si llega a ser diputada ¿a quién le va a gritar desde la tribuna legislativa? “Me estás oyendo, inútil”. A otro de los contratados… perdón, postulados, Carlos Villagrán, Quico, por andar diciendo, “chusma, chusma”, ¿lo van a considerar fifí? NOSOTROS DECIMOS:
Con esta modalidad
Habrá un saldo preocupante,
El oficio de comediante,
¡Va a perder su seriedad!
