Miguel Ángel Guerrero Arriaga
Hay sobradas experiencias en SLP de que el gobierno estatal es muy mal empresario y que cuando se mete a experimentar a serlo siempre ha salido perdiendo, lo que viene a colación por las interrogantes que han surgido respecto de lo que se hará con la flamante arena potosí que luego de su espectacular estreno con el concierto de Luis Miguel, de haber sido se ya se perfila para ser escenario para la presentación de otros artistas y aún de una función de boxeo.
Aunque el gobernador Ricardo Gallardo ya nombró a una encargada de administrar el inmueble no está claro si se mantendrá como un bien sujeto a su explotación como negocio por parte del gobierno o se mantendrá como un bien inmobiliario que formará parte del patrimonio del estado para utilizarlo cuando lo requieran las actividades oficiales o si se continuará rentando a los promotores de espectáculos a fin de sacarle provecho económico.
Son varios los casos en que el gobierno se ha metido de empresario con resultados sumamente cuestionables.
Por ejemplo, hace varios años la administración estatal financió la construcción de los famosos invernaderos de Santa Rita mismos que por su rentabilidad y con el paso del tiempo se convirtieron en la caja chica de los gobiernos subsecuentes hasta ahora que siguen produciendo pero nadie sabe si reditúan utilidades aunque, como falla del gobierno- empresario desde el principio se firmó un acuerdo leonino con la comercializadora de los productos del complejo hortícola en el que se aprueba que cobre algo así como un diez por ciento de los ingresos brutos que al año suman varios millones de pesos toda vez que los invernaderos no han dejado de producir tomates y chiles morrones de amplia aceptación en el extranjero aunque según trascendidos continúan siendo fuente de grandes ingresos para los que están al frente.
Como empresario, en el pasado el gobierno estatal también ha estado al frente de negocios como el servicio de transporte urbano de las líneas perimetrales y radiales de los ochentas y aún de una central de maquinaria bienes que se los agenciaron quienes estaban conectados a su administración.
Más recientemente también tuvo el negocio del centro de convenciones que durante varios años fue considerado como un “ elefante blanco” que ahora se ha reactivado como negocio alquilándolo para congresos convenciones y demás.
Incluso una dependencia que se ha manejado pésimamente desde el punto de vista empresarial ha sido desde siempre hasido el interapas que ha fracasado como ente recaudador de las cuotas por consumo de agua para autofinanciar su operación para, en cambio, convertirse en fuente de enriquecimiento de la mayoría de los directivos y administrativos que ha tenido al punto de llevarla a una constante quiebra financiera de la que no ha podido salir, lo que confirma lo señalado al principio respecto de que el gobierno es un mal empresario lo que debe reflexionarse a la hora de decidir qué se va a hacer con la arena potosí.