Quien no tuvo y llega a tener loco se quiere volver. (Proverbio popular)
¿Quién se llevó el dinero público y con ello las esperanzas de progreso de las personas?Un movimiento que se ha adueñado de la voluntad del pueblo, esclavizando por el dinero y solo por ello. La cultura del esfuerzo y el trabajo que es lo que nos daría la competitividad internacional y con ello terminaría la pobreza de nuestro país, está abolida.
Los discursos de justicia social, se pierden en los tiempos nebulosos de nuestra patria, siempre la arenga de la justicia social está presente y, es constante en los reclamos pero, la impunidad de quienes han abusado de nuestra riqueza sigue ahí, sin perturbarse. Libres quienes han delinquido.
Usualmente he hablado del dinero y el poder, como elementos presentes en las ansias de tenerlo todo pero, me haría falta un ingrediente más, que preciso puntualizar y está presente infaliblemente en los discursos incendiarios de quienes diciéndose de izquierda, viven como los más opulentos, rodeados de elegancias.
Este elemento, antaño solo usado por la oposición, se servía de ello pero ahora, en los mismos gobiernos, salvando excepciones, que prometen de todo y no se cumple casi nada. Me refiero al odio.
El odio ha sido un elemento muy rentable, para desgarrar el tejido que nos da cohesión al conjunto gregario. Exaltar el ¿porque tú y yo no? No es un tema menor. En contraposición: cuando se denuncia la corrupción, rara vez está alguien en la cárcel y cuando sucede parecieran facturas y venganzas políticas, sin aparecer los recursos sustraídos y con ello, las esperanzas y anhelos de las personas.
Los resentimientos convenientemente explotados y, ocasionados por los políticos, persiguiendo rompimientos sociales y, lo logran, intentan sembrar el odio de unos contra otros pero, nuestras desgracias no son culpa de los gobernados. o, cuando menos de la inmensa mayoría, no.
Así, con o sin dinero dinero, si acaso de unos cuantos privilegiados por los sistemas gubernamentales, los cuales no han desaparecido provocando corrupción y con ello impunidad de favorecidos y, quienes no están pagando por sus delitos, la pobreza y, otras desgracias, no son culpa de los gobernados.
Voltear a ver la educación y hacerla de primer mundo, usando la tecnología de mayor avance, sería una solución para nuestro México. Ello liberaría a las personas que vivimos en este gran país pero, eso no ha sido la apuesta de ningún gobierno y, la muestra está tan evidente que no acepta recurso en contra.
Hoy el panorama educativo es muy complicado: sindicatos devengando mejores sueldo y, no dudo que muchos lo merecen, pero, otros no. Aparte todo ello frente a escuelas por demás indignas y muchas insalubres, desde luego habría que rescatarlas.
¿Será esa la voluntad del nuevo gobierno que ya ha anunciado sus cien puntos de atención en su arranque?@jaimechalita