El otro golpe mortal del COVID- 19

Miguel Ángel Guerrero Arriaga

Abril 16, 2020

Esta pandemia del coronavirus significará también un golpe mortal para centenares de negocios que se han visto obligados a cerrar sus puertas del que difícilmente se recuperarán, pues muchos de sus dueños ya han anticipado que posiblemente sus cierres sean definitivos dado el tamaño del quebranto económico que les provocó la prolongada temporada de distanciamiento social lo que ocasionará un cambio radical del mapa comercial principalmente del centro histórico donde los perjuicios en este sentido fueron los más acentuados.

Como lo han venido refiriendo los medios de comunicación desde hace varias semanas la sequía de clientela empujó a decenas de negocios de diversos rubros a cerrar temporalmente a efecto de tratar de hacer frente al daño económico que les causó la necesidad de la gente de guardar cuarentena en sus casas para evitar contagios del coronavirus con lo que sus actividades comerciales se vieron disminuidas a su mínima expresión colocándolos al borde del cierre que ya no fue tan temporal por lo prolongado del distanciamiento social pues no se ve cuándo concluirá.

Ahora este negativo impacto que dejará en la calle a numerosas familias que vivían de los negocias en quiebra y al punto del cierre definitivo solo afectará a los del centro de la ciudad en el que calles enteras muestran la desolación de las cortinas bajadas toda vez que, como ya se ha divulgado, también impactará terriblemente al comercio de otro nivel en la plaza comercial “el dorado” sus directivos ya dieron a conocer a través de las redes sociales que la mayoría de los negocios medianos con que cuenta están siendo empujados a cerrar sus puertas por la crisis económica que les causó la del coronavirus.

Y como está agarrando parejo esta afectación financiera el arzobispado también reconoció que 60 parroquias de la ciudad enfrentan severos problemas financieros ante la falta de ingresos derivada de la cancelación de sus eventos religiosos y la consecuente ausencia de fieles que puedan aportar la tradicional limosna para el sostenimiento de sus gastos y el pago a los empleados lo que se entiende pues ofician misas a puerta cerrada bodas, con diez o doce asistentes lo que no les deja margen para los ingresos por lo que el arzobispado deberá entrar en su rescate económico.

Para colmo, por la falta de usuarios del transporte público los permisionarios ya han empezado a adelantar el paulatino retiro de sus unidades del servicio en virtud de que les sale más barato tenerlas paradas que en circulación sin pasaje promedio, el que ha bajado drásticamente en virtud de que las unidades eran consideradas como focos altamente contagiosos del COVID- 19 y recuerde no salga de casa.

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