Por: Alma Gutiérrez Ibarra
Marzo 07, 2019
“El periodismo no se improvisa, el periodista necesita vocación”. Esta es una de las frases que más vueltas da en mi cabeza en las últimas semanas a partir que me invitaron a escribir, como antaño hacia a diario en los distintos medios electrónicos e impresos en los que tuve el privilegio de formarme profesionalmente.
Esta frase (del periodista, escritor y ahora youtuber colombiano Daniel Samper Ospina) es la que mejor define mi decisión de aceptar la propuesta de mi amigo y columnista destacado desde hace años en San Luis Potosí: Filiberto Juárez (gracias Fili, por la insistencia).
Esa es la frase que mueve estos escritos que, desde ahora, espero disfruten tanto como yo al escribirlos. En definitiva, la vida como periodista no se olvida y, como decía otra de las grandes periodistas de San Luis, María Luisa Olivo: “la tinta de las maquilas, se lleva en la sangre”.
Y es que a pesar de “cambiar de trinchera”, escribir del acontecer de San Luis Potosí sigue presente en mí día a día; a veces ese deseo se queda guardado como un preciado tesoro en el rincón de un cajón y, al abrirlo trae ese recuerdo de lo intensa que es la vida como reportera.
Hubo días sin horario o sin comer en espera de la “exclusiva”, hubo otros de “pisa y corre” al dejar en casa a un par de pequeños con la ilusión de verme llegar, por lo menos, a la hora de la cena.
Imposible olvidar jornadas electorales de 22 horas continuas, días de giras presidenciales, de informe de gobierno, de campañas, de un sinfín de caminos andados con compañeros que con el paso de los años se hicieron entrañables amigos… algunos de ellos nuestra familia, de esa que uno escoge.
Quienes nos dedicamos al periodismo sabemos que no es un camino fácil y a lo lejos se vislumbra con un halo de glamour pero, no es así; lo único cierto es que nos marca de por vida porque nos acostumbramos a ver en primera fila como se escribe la historia.
A años de distancia de esa etapa como reportera, escribir estas líneas me entusiasma tanto como aquella primera vez cuando EL SOL de San Luis me abrió sus puertas para iniciarme, y de la misma forma que cuando llegué a PULSO y, posteriormente a MG RADIO, todavía ávida de aprender más de esta noble profesión.
Fueron 15 años dedicados a los medios; hoy vuelvo con una nueva óptica, quizás no mejor que en aquel 2001, pero si en un escenario totalmente distinto y más adverso para ejercer plenamente y con libertad el periodismo.
Mi motivo es tener la satisfacción de hacer lo que me toca. De cumplir mi responsabilidad con la sociedad porque los que amamos esta profesión no tratamos de ser famosos, héroes o heroínas; si acaso buscamos entender y transmitir lo que descubrimos para transformar la realidad, para no ser cómplices de nada ni de nadie.
