El propósito como motor de acción

#DesdeElMatepoxtle

Adrián del Jobo Ponce

27 de Septiembre 2024

Reflexión

En un mundo donde el tiempo parece evaporarse entre nuestras manos, la búsqueda del propósito se convierte en una brújula que nos guía a través del mar incierto de la existencia. La escasez, como una sombra que nunca deja de perseguirnos, nos recuerda que los vacíos materiales nunca se llenan del todo.

«La escasez nunca será saciada», reza una frase antigua que aún resuena con fuerza en nuestros días, y su eco se siente en la vida diaria de la sociedad, las familias y los individuos, quienes construyen realidades desde la diversidad de sus miradas y pensamientos.

Vivimos inmersos en un ritmo frenético, donde la incertidumbre, la ansiedad y la angustia se han convertido en nuestros compañeros cotidianos.

Corremos con prisa, sin detenernos a respirar, sin tiempo para contemplar el significado de nuestras acciones. Sin embargo, en cada etapa de la vida, la humanidad se descubre poseedora de una virtud crucial: la humildad de reconocer la propia inexperiencia y la apertura para aprender de los demás.

Esta humildad es el cimiento sobre el que se edifica un desarrollo constante, un puente hacia una vida más plena y significativa.Simon Sinek, en su influyente obra Start with Why (2009), nos invita a explorar las profundidades del propósito como el motor que impulsa nuestras acciones.

Para Sinek, la clave del éxito personal y profesional radica en comprender y comunicar el «por qué» que subyace a nuestras decisiones, más allá del «qué» o el «cómo». Las personas no se sienten motivadas por los productos o servicios que ofreces, sino por el propósito que hay detrás de ellos.

Este enfoque transforma no solo el rendimiento empresarial, sino también el sentido de realización personal, creando una conexión emocional con quienes nos rodean.

Sinek nos ofrece ejemplos de líderes y organizaciones que han sabido aplicar esta filosofía, demostrando cómo el propósito puede actuar como una chispa que enciende tanto la motivación interna como el impacto externo.

Al comprender el «por qué» detrás de nuestras acciones, no solo definimos nuestros objetivos con mayor claridad, sino que también alineamos nuestras decisiones con los valores más profundos que guían nuestra vida. De la motivación a los motivos.

En el ámbito profesional, esta perspectiva puede motivarte a replantear la misión de tu empresa o equipo, buscando nuevas formas de conectar de manera más auténtica con tu audiencia y generar un impacto verdaderamente significativo.

A nivel personal, al reconocer el propósito de cada paso que das, te sentirás más empoderado, más en sintonía con tus acciones cotidianas, y esto te llevará a una vida más satisfactoria y plena.

La diferencia entre un líder inspirador y uno manipulador radica en el propósito. Mientras que los líderes manipuladores buscan solo resultados y tácticas, aquellos que centran su atención en el «por qué» logran un impacto duradero, profundo y transformador en sus equipos y organizaciones. No se trata solo de alcanzar metas, sino de inspirar un cambio que trascienda el ámbito inmediato.

Desde un enfoque humanista, el propósito no es únicamente una meta que alcanzar, sino una fuente inagotable de sentido y satisfacción en nuestras vidas. Nos invita a reflexionar sobre quiénes somos y cómo podemos contribuir al bienestar de los demás. Al vivir alineados con nuestro propósito, no solo mejoramos nuestras propias vidas, sino que también impactamos positivamente en el mundo que nos rodea, dejando una huella significativa en las generaciones venideras.

Como diría Sinek, «Las grandes ideas tienen eco cuando encuentran su propósito en la vida de otros» (Start with Why, 2009).

adriandjp03@gmail.com