El siniestro cura Eduardo Córdova, mancha en SLP

Toño Martínez

Febrero 21, 2019

Abusó de entre 15 a 20 menores de edad; revive el caso la decisión del Papa Francisco por ir contra pedófilos de la iglesia.   

Buscado por la Interpol en 194 países por corrupción de niños, adolescentes y jóvenes, abuso sexual, privación ilegal de la libertad y pedofilia, el padre Eduardo Córdova Batista escribió una de las páginas más siniestras en la historia de la Iglesia Católica potosina, y del país, caso que es revivido al iniciar el “Encuentro sobre Protección de Menores en la iglesia”, impulsado por el Papa Francisco en Roma.

La carrera pedófila y pervertida de Eduardo Córdova comienza apenas meses después de su ordenación sacerdotal que fue el 21 de Junio de 1988 por el Arzobispo Arturo Antonio Szymanski Ramírez.

En Enero del 1999 ocurre la primera denuncia por abuso sexual en su contra presentada por el diácono Miguel C. elevada ante el rector del Seminario Mayor de San Luis Potosí Gilberto Amaya.

La acusación relata con toda crudeza como Córdova Bautista dio una extraña bebida a Miguel C. cuando este enfermó de gripa.

Afirmó que la bebida lo privó y al despertar al día siguiente estaba desnudo, adolorido y sin fuerzas. Frente a él de pie estaba en ropa interior Eduardo Córdova, quien además lo llevó a bañar y lo acariciaba lujuriosamente.

A partir de ahí las acusaciones se sucedieron dramáticamente contra el sacerdote por las víctimas de su depravación, pero extrañamente ni el propio Zsymanski Ramírez como tampoco Jesús Carlos Cabrero su sucesor y ante quien padres de las victimas pidieron justicia, lo toleraron.

Consta en el Archivo Diocesano la cadena de abusos denunciados por Eduardo Córdova Bautista, y también como los intentos de ser juzgado por tribunales eclesiásticos como en 2006 y 2008 fracasaron, por criterios tan absurdos como el que “las victimas que en ese entonces sostuvieron acusaciones en su contra eran ya mayores de 18 años”, es decir no menores de edad.

E inconcebiblemente fue restituido por el arzobispo Luis Morales Reyes como Representante Legal de la Arquidiócesis, todas sus Divisiones y Entidades por 20 años, puesto que ya desempeñaba.

Precisamente esa posición lo convirtió en el enlace con medios de comunicación y a relacionarse con la clase política del estado, que lo invistió de un gran poder y ello influyó para disipar las acusaciones.

Pero, la presión de las víctimas y sus familias lograron que el año 2012 el caso del pedófilo fuera llevado ante la justicia civil, pero absurda e incompresiblemente tampoco pasó nada.

Finalmente en 2014 fue instaurado un proceso penal en su contra, pero huyó.

Ahora es buscado por la Interpol que en su ficha roja sobre Eduardo Córdova Bautista contiene los datos pormenorizados de sus ataques y abusos contra menores.

Por casos así, el Papa Francisco convocó al Encuentro Sobre Protección de Menores en la Iglesia, al que asisten residentes de las 114 Conferencias Episcopales, Cardenales, Arzobispos, Superiores, Prefectos y miembros de la Curia Romana, hasta hacer un total de 190, para acordar las medidas específicas contra abusos sexuales a menores en la iglesia, aunque de ante mano la premisa es “cero tolerancia”.

Por México asisten Monseñor Rogelio Cabrera López presidente de la Conferencia del Episcopado, Alfonso Miranda Guardiola coordinador del Equipo de Protección a Menores.

El encuentro inició precisamente con el relato de una víctima, leído por un integrante del comité organizador y experto en la lucha contra los abusos sacerdotales.

El texto es desgarrador: “Ni mis padres, ni las autoridades eclesiásticas oyeron mi llanto. Y me pregunto, ¿Por qué ni Dios tampoco?