“El valor de la organización”

Adrián del Jobo Ponce

Octubre 19, 2021

Entre Líneas

Las organizaciones son espacios donde interactúan las personas a través de una serie de actividades, las cuales abarcan gran parte de sus agendas diarias, mismas que se definen por las metas que persiguen dichas organizaciones o la razón de ser de las mismas, y que se encuentran bajo sus dirigentes y sus objetivos de trabajo que deben de ser alineados a estas.

Hoy en día, la organización tiene un lugar fundamental en la sociedad e inciden significativamente en la mayor parte de las actividades en los diferentes sectores; dada su importancia y la necesidad de conocerla, muchos han sido los que se han dedicado a analizarla, creando toda una interacción entre disciplinas de carácter histórico, social y cultural, que han denominado una teoría de la organización, tal como lo señala Marín Zamora (1998).

Es así como, desde un principio, se empiezan a entretejer los aspectos más resaltantes de las organizaciones desde la óptica del contexto histórico prevaleciente, para presentar de esta manera, teorías que evidenciaban y ponían en perspectiva las características según el momento en el que abordan los contextos presentes. Por esta razón existen diferentes posiciones al respecto, desde enfoques humanistas, conductistas, sociológicos, cuantitativos, cualitativos que vinculan a las organizaciones con situaciones de adaptabilidad objetividad y conceptualidad en los cambios que se dan en las sociedades dinámicas y evolutivas.

Con respecto a esta estructuración del conocimiento, Eyssautier De la Mora (2002) plantea que existen diferentes concepciones presentadas como las escuelas, organizaciones y otras que se definen como movimientos, otros han enfocado su estudio desde una perspectiva meramente histórica, en la cual incluye a los pensadores de la administración como los clásicos y los contemporáneos. Además, por ende, a las organizaciones desde el punto de vista de las escuelas filosóficas: la escuela burocrática, basada en el poder centralizado y en las tareas especializadas; y la escuela corporativista, la cual se opone a la división burocrática y se fundamenta en la integración de la organización con sus recursos humanos.  Cuando se habla de organizaciones se están considerando a todas aquellas instituciones públicas y privadas, que están vinculadas al quehacer organizacional y que se encuentran a nuestro alrededor.

Es importante sustentar la práctica de las organizaciones, ya sean públicas o privadas, sobre dinámicas y técnicas realmente eficientes, basadas en principios y valores, en los esquemas culturales, partiendo de las importantes propuestas que se han llevado a cabo en las organizaciones y desde luego, con una connotación “Benchmarking” para descentralizar las directrices y potenciar los talentos, habilidades y conocimientos de los equipos de trabajo guiados por la visión de las titularidades y no solo en una división de trabajo que disocia la diligencia ordinaria del qué hacer.

El ser humano por su calidad colectiva se ha visto en la necesidad de trabajar con sus semejantes para poder desarrollarse y evolucionar ya que de otra forma, siendo un ser individualista y hermetizado tendría dificultades complejas por la misma naturaleza de los diferentes roles de la colectividad que la sociedad demanda en la misma sobrevivencia, así como el desarrollo de competencias sociales que le permiten adaptarse a los cambios y sobre todo a los generacionales, pero en fin, ese podría ser otro tema.

Recordando a Henry Fayol, el líder toma un papel importante en la consecución de las labores de los colaboradores, ya que él es el responsable de observar las cualidades de su equipo e incentivarlos para lograr que la organización se posicione dentro de las mejores y de parte de los trabajadores, el entendimiento de la asignación y responsabilidad que tienen para desarrollarse en su zona de influencia y productividad.

Sin embargo, puede haber mucho personal que tenga complicaciones para trabajar en espacios físicos, con mecánicas establecidas de organización y control, que requiere de disciplina y respeto a las reglas que se tengan establecidas y mucho menos saber interactuar y comunicarse de manera asertiva, simplemente ejecutan su tarea sin ver más allá del mero cumplimiento de funciones y llegar al mínimo de la producción que le pide la institución, afectando la calidad en el servicio; de esta manera se parte al establecimiento de equipos de trabajo, conformados por distintas habilidades, características, talentos, conocimientos pero con un objetivo y expectativas comunes, que se involucran, ven lo mejor para la organización o las instituciones, pues son los que más activamente quieren lo mejor para su lugar de trabajo, un enfoque de equipo multidisciplinario y multifacético. 

Una propuesta interesante de traer diligentemente en los contextos que se viven actualmente, y aprovechando los nuevos inicios de actividades en las organizaciones con nuevos elementos y otros no tan nuevos, adoptar de manera objetiva y enfocada, una verdadera dinámica de organización en el trabajo, no sólo como parte de un discurso o una palabra de moda que impacte en la imagen corporativa o de algún grupo en específico, sino realmente que, el ejercicio sea pragmático “del dicho al hecho”. Lo mismo ha sucedido con los conceptos de la responsabilidad social, empresas de excelencia, o de carácter mundial, empresas de calidad, sustentables, y así una lista interminable de conceptos que han sido utilizados con convicciones mercadológicas para generar expectativas en la sociedad, trayendo esperanzas y confianza comercializada para establecer estándares que han sido rebasados por mucho desde las necesidades decrépitas, que gritan por ser atendidas de manera genuina y objetiva, sin los ruidos de los intereses ruines que terminan usurpando la legitimidad de las intenciones perennes del querer. 

Es justo y es tiempo que se avance de verdad, basados en las necesidades reales, encontrando la diferencia de “lo que se quiere a lo que se necesita”, que “se invierta en las necesidades que resuelvan las necesidades”, que se generen proyectos que resuelvan la falta de generación de desarrollo y crecimiento en los diferentes sectores; la gran responsabilidad de perder el miedo en “el discurso que funciona, por el discurso que resuelve”. hay grandes intenciones, grandes competencias y convicciones sociales reales; es necesario que haya grandes equipos en calidad y sustancia, que se integren ejércitos de mujeres y hombres dispuestos a marcar las generaciones, sirviendo, cambiando vidas y generando verdadero bienestar social, un estado de bienestar para todas y todos…

Según Manz Charles (1997) dice,  no se escala solo, se antecede a una misión, visión, valores claros de una empresa u organización, así como los estándares de desempeño, que de esta manera sea la sociedad que brille por ser una comunidad inteligente, organizada, visionaria, que se rescate la cosmovisión generacional, que ha sido desgastada por protagonismos de unos cuantos representantes, donde sea más importante los logros de la sociedad, que los resultados de una personal; eso podría dar paso a una verdadera pertinencia, con permanencia sólida en las culturas laborales, dentro de las convicciones y pensamientos y no solo de las emociones del momento de la nota viral.

Según William & Wilson, Jeanne (1991). se le concede cada vez una mayor importancia a la participación de todos los elementos que integran un grupo o equipo de trabajo, en la toma de decisiones, no porque se haya despreciado totalmente de la toma de decisiones hecha exclusivamente por el líder del grupo , sino porque hay que capitalizar el conocimiento y la experiencia de las personas, para tomar decisiones estratégicas, además, cuando la gente participa en la toma de la decisión, se siente más comprometida a lograr los resultados planeados como lo instruye el principio de la organización, flexionando un poderoso motivador en el que se les tome en cuenta en el momento de decidir de acuerdo a lo que se requiere y los motivos correctos del porqué hacerlo, sin embargo, para ello se necesita conformar un equipo proactivo y propositivo de acuerdo a la visión establecida, reclutar personal de apoyo, aporte, consistencia en la visión de trabajo y fortaleza emocional, intelectual, física y espiritual.

Como en todo lugar y toda metodología puesta en práctica, tiene sus desventajas como la presión social que se genera, el predominio que ejercen los líderes informales del grupo sobre los demás, los propósitos ocultos, que muchas veces influyen en las opiniones: intereses personales, políticos, etc y la manipulación del compromiso, o como se dice en el lenguaje de la construcción “Los famosos Vicios Ocultos”; es ahí la necesidad de contar con mecanismo que neutralicen estos síntomas y convenientemente será el apego a la filosofía de trabajo organizacional y no de intereses individuales.

Taylor (1991) dice en su libro Principios de la administración científica, plantea mejorar la producción e incrementar la productividad por medio de un sistema de control y organización rígido, en estas organizaciones o centros de trabajo, se busca dar libertad de acción a los integrantes de los equipos para obtener mejores resultados, ya que la falta de esto, provoca que los colaboradores no tengan un esquema de trabajo ordenado y optimizado en la mayoría de los casos, es por eso que, no sólo mejora la productividad de los equipos, también la calidad en los pilares  importantes e imprescindibles como el compromiso, la lealtad, la disminución de los costos operativos, rotación de personal, la honestidad, participación total, en interrelación con los colaboradores y sobre todo el respeto y la ética en la praxis, que coadyuve al mejoramiento del equipo, así como la remuneración y compensación de acuerdo a los logros alcanzados, de esta manera generar una dinámica mixta, estratégica que se adapte al contexto, a las circunstancia y sobre todo la optimizada asimetría para dirigir ante la adversidad o las amenazas que se presenten, incentivando cada día al equipo y se concentre en el enfoque que marca el líder y la visión institucional; pero claro, como dicen por ahí, no estamos listos para tener esta conversación.

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