Toño Martínez
Noviembre 27, 2020
Se han puesto a pensar porqué las elecciones del 2021 serán más importantes que las del 2018, y por más pasión y emoción que arranquen la renovación de la gubernatura, presidentes municipales y diputados locales pasarán a segundo término en el contexto de lo que verdaderamente estará en juego, como es el futuro de México en lo social, económico, político, en derechos y libertades para las siguientes generaciones.
Puede sonar como concepto lejano, abstracto o intangible, que nada tiene que ver con la compleja realidad del mexicano, de cómo superar la miseria, desigualdad, inequidad e injusticia pero no, es todo lo contrario porque el 2021 lo medular del proceso electoral, que reclamará la mayor capacidad de reflexión, y análisis del votante a la hora de cruzar la boleta será la elección de los 500 Diputados federales. ¿Por qué razón?
Los Diputados Federales tienen en sus manos aprobar el presupuesto anual de gasto del Gobierno Federal y ya ven lo que ha pasado con los actuales legisladores que hicieron un desgarriate con la distribución del dinero, desapareciendo programas esenciales del campo, fideicomisos para investigación científica y tecnológica, cultura, arte, para atender desastres naturales, seguridad, promoción turística, salud, guarderías, 150 planes que incidían en la disminución de la pobreza y más. ¿Cómo pudo ser?
Sencillamente porque la mayoría de la Cámara de Diputados está en manos de una camarilla de legisladores del Partido Movimiento Regeneración Nacional (MORENA) y con partidos satélites que toman decisiones basadas en consignas ideológicas más no prácticas.
La oposición es débil y fragmentada a tal grado que no han podido frenar los parches que pegan cada rato los diputados de Morena a la Constitución y una descomunal concentración de poder y dinero en el ejecutivo federal o sea Andrés Manuel López Obrador, para manejarlo como le pegue la gana.
A lo mejor los partidos políticos de siempre siguen siendo detestables para muchos por su trayectoria de corrupción y malos gobierno, pero frente a la incipiente dictadura que asoma valdría la pena darles una segunda oportunidad al PRI, PAN, PRD votando por sus candidatos a diputados federales para darle equilibrio a la Cámara chica y conjurar amenazas contra la democracia y el bienestar colectivo, ¿no cree?
Recuerde que la decisión que tome cuando esté en cualquier urna del estado, para elegir nuevos diputados federales tendrá una repercusión buena o mala para el país entero, es decir será una especie de efecto mariposa.
Para el líder nacional de Morena, Mario Delgado y el propio López Obrador su mayor preocupación es perder la mayoría en la Cámara de diputados o se les cae el teatrito y la conjura para adueñarse de México.