Miguel Ángel Guerrero Arriaga
Junio 19, 2022
Da terror con solo imaginar que en la capital potosina el todo el estado en general se pudieran repetir desesperaciones colectivas tan profundas como las del 2020 inmediatamente después de haber detonado la pandemia del coronavirus traída a SLP por una persona que había viajado a España.
La rápida propagación del virus pronto ocasionó decenas de fallecimientos y la saturación de los hospitales dispuestos para atender a los enfermos de este mal.
Paralelamente se presentaron otras situaciones desesperantes para contagiados y sus familiares al agotarse en la ciudad los tanques de oxígeno que los centros hospitalarios requerían para atender a los más graves lo que obligó a muchos a buscar en los estados vecinos alguno para remediar su emergencia, con lo que lamentablemente se fueron acumulando decenas y centenas de fallecidos que no tardaron en pasar a los miles.
Entonces, como pasa ahora el desdén ciudadano por atender las normas sanitarias para contener la propagación dio lugar a que se registraran etapas de 500 o más contagios diarios de los que muchos se pudieron evitar con el solo uso del cubrebocas, guardar la sana distancia o someterse al aislamiento social voluntario al primer síntoma que no era otra cosa más que encerrarse en su domicilio 14 o 15 días en lo que se recuperaba la salud.
Asimismo, otra psicosis que se presentó por tan álgidos días lo provocó la urgencia de someterse a las pruebas para la detección de la pandemia toda vez que los centros de salud y laboratorios en que se practicaban resultaron insuficientes para atender la demanda masiva de detecciones.
Ya con el paso del tiempo y la exitosa gestión del envío de vacunas su logró inmunizar a la mayor parte de los potosinos de tal suerte que se pudo llegar a una etapa de bajo registro de contagios para alcanzar el color verde del semáforo epidémico de tal suerte que esto se tomó como el retorno a una casi normalidad con tan mala fortuna que originó en muchos la idea de que ya no eran necesarias las medidas restrictivas, que, como está a la vista, sirvió de fermento para que se presentara un repunte de la pandemia que, como primer paso originó que se reviviera la obligatoriedad de usar la mascarilla protectora lo mismo en espacios abiertos que en cerrados como ya también se habla de un confinamiento casero generalizado como fórmula para contener su propagación que ya causó que SLP rebasara los 200 contagios en un solo día y todo poque la mayoría de los potosinos hemos caído en descuidos fáciles de evitar, en fin, ojalá todos tomemos conciencia de que volvemos a estar como al principio de la pandemia y que depende de todos cerrar el paso a su propagación.
