Filiberto Juárez Córdoba
Abril 17, 2024
UN CANDIDATO A DIPUTADO, por el V distrito electoral federal, con cabecera en San Luis Potosí, Daniel Guillén Sánchez, dio una entrevista a un medio de comunicación, La Brecha, en la que se aventó unas declaraciones que demuestran que no sabe a qué le tira. Aspirando a ser diputado, miembro del poder legislativo, con facultades y funciones muy definidas, señaló entre sus propuestas: “Ahora sí que, en la policía, darles un aumento salarial, porque desgraciadamente, pues ellos también viven con esa incertidumbre, ¿no? Capacitarlos, que sepan cómo llevar a cabo un secuestro, cómo llevar a cabo, a lo mejor, un robo, y obviamente darles las herramientas adecuadas, porque hay veces que les hace falta el arma, o no tienen el radio o la video cámara, que es muy importante en la Ciudad de México”.
Que a los policías hable de darles un aumento, capacitarlos y armarlos, no suena mal, si fuera candidato a presidente, gobernador o alcalde, que son los que tienen a su cargo las corporaciones policiales. Siendo benévolos, la declaración podría pasar como buen argumento de campaña si hubiera agregado que, si llega a diputado, presentará iniciativas de ley para que eso se haga. Donde muchos expresaron, ¿cómo dijo?, fue cuando habla de capacitar a los policías, para que sepan cómo llevar a cabo un secuestro o un robo. Pretenderá cuidar la imagen de los policías que ceden a las tentaciones y piensa, si no se puede evitar que cometan esos delitos, a pesar de que son policías, al menos que lo hagan como debe ser, para que se vea que en todo son profesionales; o quiere aplicar el refrán aquel que dice, “para que la cuña apriete ha de ser del mismo palo”. Secuestradores y rateros bien capacitados, pueden ser buenos policías, porque conocen los modus operandi de los malosos y, por lo mismo, la forma de evitar o investigar los casos que se presenten. En lo que no se sabe si fue discriminatorio o, más bien, quiso destacar que San Luis Potosí está por encima de otras entidades, fue cuando dijo: “hay veces que les hace falta el arma, o no tienen el radio o la video cámara, que es muy importante en la Ciudad de México”.
Busca el voto y representación de ciudadanos de la ciudad de San Luis Potosí, pero está preocupado porque, a los policías, les falta arma, radio y videocámara, elementos muy importantes en la Ciudad de México. Si son policías de aquí y no tienen eso, que es tan importante allá, pues que no vayan a la Ciudad de México y santo remedio. ¿Al candidato, en qué habrá que capacitarlo?
HACE UNOS DÍAS, la presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Norma Piña, informó que se abrió una investigación, derivada de una denuncia anónima, contra el anterior presidente, Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, por vulnerar la autonomía e independencia del Poder Judicial de la Federación (PJF). La denuncia, recibida en la Unidad General de Investigación de Responsabilidades Administrativas del PJF, acusa, al exministro y su equipo, de ejercer presión sobre los titulares de órganos jurisdiccionales, para que resolvieran a favor de sus intereses, prometiendo beneficios políticos, económicos y adscripciones favorables. Siempre se ha dicho que en los casos en que están involucrados actores de poder o del poder, se buscan acomodos y acuerdos, para que las cosas se resuelvan de manera conveniente a los intereses en juego, más que a los principios jurídicos o de justicia. Desde fiscales carnales, peritos y actuarios anuentes, hasta jueces de consigna y otras figuras se mencionan, y de alguna manera los casos de cierta relevancia tienen su tratamiento especial. “Para todos, justicia; para los nuestros, justicia y gracia”, es un precepto muy conocido. No es entonces raro que a un exministro se le acuse de haber dado orientación a procesos o inducido laudos. Lo extraño es que ahora, el ex ministro, se defienda diciendo que la denuncia tiene móviles político electoreros, para perjudicar a la candidata a la que él apoya, aunque ella nada haya tenido que ver en los tribunales que manejó. ¿Qué tan importante será el señor, Lelo, ese, para que, denunciándolo por sus presuntas tropelías, perjudiquen, a quien dicen tiene seguro el triunfo en las elecciones?
AUNQUE LA DENUNCIA fue anónima, antes hubo una confesión muy pública que lo echó de cabeza. Fue el mismito presidente, en una mañanera de febrero, quien dijo: “Todavía, cuando Arturo Zaldívar, era presidente de la Corte, había más recato. Todavía, cuando había un asunto así de ese tipo -como la liberación de Emilio Lozoya-, nosotros respetuosamente interveníamos”. El presidente afirmó que se acercaban a Zaldívar, para hablar de casos que les interesaban, y el presidente de la Suprema Corte, respetando las autonomías, pero pensando en los intereses generales, en la justicia y en proteger a los ciudadanos, hablaba con los jueces para advertirles de malas averiguaciones realizadas por el Ministerio Público. Les daba línea pues.
Ahora, el presidente, jura que tiene otros datos, y eso nunca ocurrió, Zaldívar, fue imparcial de toda imparcialidad y actuó con total libertad en ejercicio pleno de la separación de poderes. Como hay de datos a datos, NOSOTROS DECIMOS:
En la Corte que presidía
Don Arturo, muy prudente,
Cumplía, con autonomía,
¡Las consignas del presidente!
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