Miguel Ángel Guerrero Arriaga
Junio 08, 2021
Ya casi digerido y aceptado por los potosinos el resultado de la elección de nuevo gobernador queda por cuidar que al amparo del impacto generado por el mismo las pasiones no se desborden de tal forma que vuelvan a escenificarse conflictos poselectorales capaces de poner en riesgo la tranquilidad social como ocurrió a principios de la década de los noventas cuando el rechazo a los resultados de una elección gubernamental provocó grandes muestras de inconformidad que se reflejaron en multitudinarias protestas y en enfrentamientos entre potosinos que solo ocasionaron retrasos en la marcha del estado y la alteración de la paz social.
Cuando están a punto de ser confirmados oficialmente los resultados de la jornada comicial del domingo el ambiente empieza a enturbiarse por las pasiones desatadas y, lo peor, por meras suposiciones sin sustento aunque se han registrado hechos y acciones que germinan la esperanza de que pronto la situación se esclarezca debidamente y las cosas vuelvan a la normalidad.
Por ejemplo, provoca optimismo de que la madurez se imponga en este enrarecido clima político- electoral la encomiable actitud de los ex contendientes derrotados por Ricardo Gallardo Cardona al reconocer públicamente su triunfo como lo hicieron Mónica Liliana Rangel Martínez Juan Carlos Machinena y José Luis Romero Calzada además de Adrián Esper y Arturo Segoviano.
En cuanto al ex coalicionista Octavio Pedroza Gaitán con toda la razón y la ley de su lado está en la etapa de exigir el esclarecimiento de todas sus dudas respecto del resultado anunciado a efecto de estar satisfecho con lo que dicen que pasó en las urnas.
Por otra parte, no hay ningún motivo causa o razón para enrarecer el clima político con acusaciones al gobernador Juan Manuel Carreras López en el sentido de que estaba interviniendo para hacer más lento el conteo final de votos con el fin de acortar la ventaja entre el vencedor y quien quedó en segundo lugar de las votaciones reclamo que sorprendentemente fue acompañado de amenazas al gobernador sin esgrimir o respaldarlas con pruebas lo que de inmediato encendió los focos de alerta en la sociedad potosina pues es la primera vez que se presencia públicamente un lance de tanta gravedad lo que todo esperan que no pase a mayores en virtud de que se trata de un recurso al que Ricardo Gallardo no tiene necesidad de acudir toda vez que prácticamente tiene la gubernatura en la mano a la que puede llegar sin tener que ir disparando en redondo.
CABOS SUELTOS
Como está a la vista la elección de Enrique Galindo Ceballos como nuevo alcalde de la capital fue aceptada incondicionalmente por los que fueron sus rivales en la elección toda vez que ninguno ha protestado por el resultado y en general la sociedad potosina parece estar satisfecha de que alguien relativamente joven y preparado llegue a la presidencia municipal.