Entre el reconocimiento y los tiempos institucionales

Por: Profr. Marcelino H. Martínez

Diciembre 13, 2025

Durante su reciente visita a la Huasteca potosina, el secretario general de la Sección 26 del SNTE, Juan Carlos Bárcenas Ramírez, reconoció la labor educativa del magisterio y expresó su respaldo al trabajo realizado a lo largo del ciclo escolar, previo al próximo periodo vacacional.

Un mensaje que, más allá de la cortesía, busca fortalecer el ánimo y la cohesión de un gremio que históricamente ha sido pilar en la vida social y educativa del estado.

No obstante, el cierre de su mandato, que concluye este mes, ha comenzado a generar movimientos anticipados al interior del propio magisterio. Actores y grupos, algunos con mayor discreción que otros, ya realizan reuniones de carácter cerrado e invitaciones selectivas con el objetivo de posicionarse rumbo a la eventual renovación de la dirigencia sindical. Como suele ocurrir en estos escenarios, la efervescencia interna corre el riesgo de desviar la atención de los principios que dan sentido al sindicato.

Frente a este contexto, Bárcenas Ramírez ha sido claro y prudente: los procesos de renovación del SNTE no se rigen por la prisa ni por intereses personales, sino por una convocatoria emitida por el Comité Ejecutivo Nacional.

Esta precisión no es menor, pues reafirma que el sindicato se conduce bajo reglas estatutarias y con apego a su vida institucional, no bajo presiones coyunturales ni cálculos externos.

El dirigente también reconoció que siempre existirán intentos por dividir a la organización; sin embargo, recordó que el SNTE ha defendido históricamente su autonomía, la unidad interna y, sobre todo, la defensa de los derechos laborales de las y los trabajadores de la educación.

La renovación democrática, sostuvo, ha sido y debe seguir siendo un principio rector.

Los tiempos se acercan y será el magisterio quien, llegado el momento, valore las mejores opciones para que el sindicato no se convierta en una institución entreguista, sino en una organización sólida, con músculo propio y vocación nacional.

Un sindicato que sea ejemplo democrático ante la sociedad, dejando de lado la ambición personal o de grupo, y privilegiando el interés colectivo del gremio educativo.