Por: Renato Consuegra
En 2025 el futuro de las micro, pequeñas y medianas empresas (MiPyMEs) en México está marcado por la intersección de desafíos aparentemente insuperables con oportunidades reales que pueden cambiar el rumbo de sus historias, donde la colaboración multisectorial, la sostenibilidad y la creatividad son los puntos clave donde lo imposible y lo real convergen, ofreciendo a las MiPyMEs la posibilidad de transformarse.
Uno de los aspectos más destacados es la colaboración multisectorial como las alianzas estratégicas entre MiPyMEs y grandes empresas, las cuales están creando ecosistemas donde ambas partes se benefician. Por ejemplo, empresas como Grupo Bimbo han desarrollado programas para integrar a pequeños productores de materias primas en su cadena de suministro, ofreciendo capacitaciones en sostenibilidad y certificaciones de calidad. En 2024, el clúster automotriz en el Bajío integró a más de 1,000 MiPyMEs locales, aumentando sus ingresos hasta en un 30% gracias al acceso a mercados internacionales y nuevas tecnologías. Este modelo también ha sido replicado en la industria aeroespacial con el apoyo de empresas como Bombardier, que trabaja con pequeños talleres mecánicos de Querétaro.
La sostenibilidad también se está posicionando como un motor económico clave, ya que, lo que alguna vez fue visto como un costo adicional, ahora se percibe como una ventaja competitiva, porque las inversiones en prácticas verdes, como el uso de energías renovables y materiales reciclables, están atrayendo a consumidores conscientes y a nuevos mercados internacionales. Ecolana, una startup mexicana que conecta a empresas con servicios de reciclaje, ha crecido un 50% anual desde 2022, colaborando con grandes corporaciones como Nestlé. Asimismo, Biofase, una empresa que produce bioplásticos a partir de semillas de aguacate, logró duplicar sus exportaciones en 2024 al entrar al mercado europeo, donde la demanda por productos sostenibles ha crecido un 40% en los últimos tres años. Además, las certificaciones ecológicas están abriendo puertas en plataformas como Amazon Climate Pledge Friendly, facilitando la expansión de MiPyMEs mexicanas en el comercio electrónico global.
En este contexto, la creatividad se ha convertido en el recurso más valioso para enfrentar las crisis, con modelos de negocio disruptivos que surgen como respuesta a los retos actuales. Un ejemplo destacado es el de las dark kitchens o cocinas virtuales, que han revolucionado la industria restaurantera. Este modelo permite a las MiPyMEs reducir costos operativos al eliminar la necesidad de locales físicos, enfocándose exclusivamente en entregas a domicilio. CookUnity México es un caso de éxito, generando empleos para más de 300 personas en 2024 y expandiéndose a ciudades como Guadalajara y Monterrey. Este sector creció un 40% en México durante 2024, demostrando que la adaptación y la innovación son esenciales para prosperar.
La colaboración entre sectores también está generando soluciones innovadoras para problemas estructurales. Por ejemplo, bancos como BBVA México y empresas fintech como Konfío han desarrollado plataformas de microcréditos diseñadas específicamente para las necesidades de las MiPyMEs. Estas plataformas no solo ofrecen financiamiento rápido, sino también herramientas de gestión financiera que han permitido elevar las tasas de aceptación de crédito para pequeñas empresas un 20% entre 2022 y 2024 y, se estima, en 2025 el 50% de las MiPyMEs urbanas adoptarán estas soluciones, reduciendo significativamente su dependencia de préstamos informales.
La creatividad frente a la crisis también está inspirando nuevas formas de colaboración que están ganando popularidad como las redes de intercambio de servicios, donde las MiPyMEs comparten recursos y conocimientos, como el notable ejemplo del consorcio de empresas textiles en Puebla, que implementó una red para optimizar el uso de maquinaria y reducir desperdicios, logrando aumentar su producción en un 15%, un modelo que está siendo estudiado como referencia para otras industrias en el sur del país.
Sin embargo, la clave para capitalizar estos puntos de intersección está en la formación de capacidades. Las MiPyMEs necesitan acceso a capacitación en tecnología, sostenibilidad y gestión empresarial para aprovechar plenamente estas oportunidades. Empresas como Microsoft México o Google están preparando a los emprendedores para competir en un entorno globalizado, ofreciendo talleres en inteligencia artificial, comercio electrónico y marketing digital.
A medida que las MiPyMEs mexicanas transiten por 2025, deben mirar más allá de los retos inmediatos y enfocarse en las oportunidades que emergen en las intersecciones de lo imposible y lo real porque la colaboración, la sostenibilidad y la creatividad no son solo tendencias, sino herramientas esenciales para construir un futuro resiliente y exitoso.
Con una visión clara y estrategias innovadoras, las MiPyMEs pueden convertir lo que alguna vez pareció imposible en una realidad tangible, consolidándose como motores fundamentales del crecimiento económico y social de México.
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