Epoca de buenos deseos, que no se hacen realidad

Dr. Jaime Chalita Zarur

Diciembre 22, 2019

Llegó la época de los deseos de buenaventura y paz. La Navidad, es época de esperanza y mejores formas de vida entre quienes queremos lograrlo y compartirlo con los demás. Con pena cada día vemos una realidad diferente. Las palabras o los discursos, pero también las tarjetas de temporada, cada vez más elaboradas, y bellas, porque no, llega a nuestros medios de comunicación, cualquiera que sea, pero no llegan con el sentimiento nos siquiera del cartero que eres apreciado.

¿Signo del avance tecnológico? Me queda claro que así es, pero aun así, pudiéramos estar cercanos personalmente, lo que ya no ocurre y la separación social nos ha dejado anchas avenidas para que se nos lastime.

No hay más la interlocución personal, no hay más, el hablar de persona a persona, solo en nuestro círculo muy cercano y, avances tampoco hay la palabra que se entrega para decir los sentimientos de bondad que alimentan el alma. El alejamiento es bárbaro, así, de esa manera, es la distancia entre los humanos.

México, como el resto del mundo, ya cambió. El común denominador, en unos lados más, en otro menos, es la violencia que se vive y nos hace sufrir. Igualmente la competencia económica. Ya no es sólo el fanatismo de algunos en lo que sea y por lo que sea, también las ganas de tener más de todo, a costa de lo que sea, inclusive de la misma vida.

Época de los buenos deseos, pero no se hace realidad. El día 24 de diciembre será noche buena y el 25 Navidad. Centenaria frase que va quedando en el olvido, para ir al mundo de la despersonalización social.

No importa cuántos deseos tengamos de bondad, prosperidad y amor, falta el ingrediente vital, ello es, materializar los deseos personalmente.

La facilidad de culpar a los demás de las desgracias que vivimos, no es válido ya. Habría que tener en cuenta que cada quien tiene una obligación antes de exigir derecho alguno pero, usualmente no se habla de ello. Cuando suceda, nuestra realidad triste, cambiará.

La vida quisiéramos cambiarla y ser felices pero ¿qué hacemos para conquistar tal felicidad? Más allá del protagonismo innecesario cuando se exclama cuando se quiere resaltar la individualidad que “nadie hace nada por los problemas que vivimos” valdría la pena preguntarnos hacemos cada uno de nosotros, mujeres y hombres y desde nuestra conducta abonar al comportamiento social deseado.

Pero la tarea no sólo pertenece al gobierno, también a la sociedad que es quien debería gobernar a través de sus representantes, solo que con frecuencia se está muy ocupado o, distraído en perseguir los intereses personales, nada malo cundo son legítimos pero, habría que pensar y actuar en que hacemos para llegar a una sociedad de igual a igual o, cuando menos lo más cercano a ello.

Habrá personas con frío y hambre en la calle; habrá gente sin familia deambulando o, habrá muertes de inocente en el lugar equivocado pero, también habrá muertes dolosas en estas fiestas de invierno. ¿Qué haremos para por todo ello?

La tarea está por hacerse y todos estamos en el camino de la responsabilidad, hasta los esquiroles desde la sociedad, bien le quedaría, buscar los caminos que nos sirven a todos y no, a sólo un grupo con poder de mando y dinero.

Felices fiestas de Invierno amig@s. El Creador derrame sus bendiciones en torno a tod@s.